#EscritoresCubanos #EscritoresMatanceros #ParaNiños
La flor del tomillo buscaba una abeja: una abeja sola, una sola obrera. En el viejo pino
Entre las lomas el día nace. Límpidas gotas la noche esparce sobre la hierba
La garcita campesina polainas de tierra y alitas de harina. Pañuelo al viento se ve la garza.
Abrigando el arroyo la caña brava, chorros de finas hojas al aire lanza. ¡Qué musicales ramos,
Sobre el mar hay una barca, sobre la barca un barquero, sobre el barquero
EL día, una rosa blanca. La noche, un caballo negro. (La tarde, una mariposa que ha detenido su vuelo.)
Los gallos de Trinidad, de la tarde a la mañana, velan los viejos palacios, cuidadn la Torre de Iznaga. En la Popa y la Vigía
Naranja sobre limón, sobre limones el agua: agua fértil de represa, agua de la nube blanca. Finas espigas de arroz,
Le doy al niño de Chile la nueva patria que tengo: limpia y olorosa a limpio, patria dispuesta a quererlo como me quiere ella a mí,
Viajaré a la luna desde el campamento con su colorada pañoleta al cuello. Para complacerla
En el mar se ve a Camilo sobre un caballo lucero; viene al frente de la tropa, de capitán del recuerdo. Trae ejércitos de rosas,
Subes a la portada, ¡quiquiriquí! entusiasmado cantas, ¡cucurucú! Veo tu pico amarillo,
Nene, vanos a dormir; no son horas de reír: duerme el viento, duerme el sol, duermen las gallinas
El caballo negro iba por un trillo: cada paso suyo bordaba el camino. El caballo ruano
Los pinares de la Isla por la costa van creciendo: quieren echarse a la mar y volverse marineros. Y las toronjas maduras