De Fuera del Juego, 1968
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Berta Estás contra mi pecho, y sé que todo el aire desordenado de mi vida rinde ante ti los brazos, mujer mí…
El amor, la tristeza, la guerra abren su puerta cada día, brincan sobre su cama y él no les dice nada. Cogen su perro y lo degüellan, lo…
La primavera le da la razón. El viento lo inunda y puede descif… Los árboles pueden comprenderlo. La vida quiere dialogar con él. ¡Porque hoy este hombre ama!
No es la guitarra lo que alegra 0 ahuyenta el miedo en la medianoc… No es su bordón redondo y manso como el ojo de un buey No es la mano que roza o se aferra…
Hablar únicamente del nombre de un… o de la intervención sencilla de la tierra y del agua y del sol… pero mucho después de haber andado por la margen izquierda del río Al…
A los héroes siempre se les está esperando, porque son clandestinos y trastornan el orden de las cosas… Aparecen un día
¿Por qué están esos pájaros cantan… si el milano y la zorra se han hec… y están pidiendo silencio? Muy pronto el guardabosques tendrá… pero será muy tarde.
Una muchacha se está muriendo entr… Dice que es la desconcertada de un… Que anduvo noche y día para encont… Que ama las piedras grises de mi c… Dice que tiene el nombre de la Re…
Los poetas griegos y romanos apenas escribieron sobre doncellas… Esto es cierto, MacLeish. Y ahí están sus poemas que sobrevi… con guerras, con política, con amo…
Cuando yo era un poeta que me pase… por las calles del Kremlin, culto en los más oscuros crímenes… Ala y Katiushka preferían acariciarme la cabeza,
Conozco el manuscrito de Pasión de Urbino, sus muchas, y ahora compruebo que insuficientes, modificaciones, desde 1964. Lisandro Otero solía dármelo a leer después de cada revisión. A i...
Entre la realidad y el imposible se bambolea el único poema. Retenl… con las manos, o con las uñas, o c… (si es que puedes) o la respiració… Dótalo, con paciencia, de tu amor
En los bosques de Rusia yo he visto un abedul. Un abedul de hierro, un abedul que lanza como los elect… su nudo de energía y movimiento.
El guardián de la torre de Spáskaya no sabe que su torre es de viento. No sabe
En una de estas tardes me pondré guantes blancos, frac negro, sombrero; iré a la calle Behren,