#EscritoresArgentinos
De aquí partió en la negra noche y su cuerpo hubo de morar en este… en donde sollozos, pasos peligroso… de quien no viene, pero hay su pre… amarrada a este lecho en donde sol…
Todo hace el amor con el silencio. Me habían prometido un silencio co… De pronto el templo es un circo y…
Ese instante que no se olvida Tan vacío devuelto por las sombras Tan vacío rechazado por los reloje… Ese pobre instante adoptado por mi… Desnudo desnudo de sangre de alas
Este temporal a destiempo, estas r… de mis ojos, esta pequeña historia… se cierra como un abanico que abie… bella alucinada: la más desnuda de… silencio musical de los abrazos.
Y aún me atrevo a amar el sonido de la luz en una hora mu… el color del tiempo en un muro aba… En mi mirada lo he perdido todo. Es tan lejos pedir. Tan cerca sab…
Tú haces el silencio de las lilas… en mi tragedia del viento en el co… Tú hiciste de mi vida un cuento pa… en donde naufragios y muertes son pretextos de ceremonias adorab…
Estallará la isla del recuerdo. La vida será sólo un acto de cando… Prisión para los días sin retorno. Mañana
Llamé, llamé como la náufraga dich… a las olas verdugas que conocen el verdadero nombre de la muerte. He llamado al viento,
Mañana me vestirán con cenizas al alba, me llenarán la boca de flores. Aprenderé a dormir en la memoria de un muro,
Para reconocer en la sed mi emblem… para significar el único sueño para no sustentarme nunca de nuevo… he sido toda ofrenda un puro errar
La mano de la enamorada del viento acaricia la cara del ausente. La alucinada con su «maleta de pie… huye de sí misma con un cuchillo e… La que fue devorada por el espejo
Murieron las formas despavoridas y… Con el propósito de escuchar están… Adentro de tu máscara relampaguea…
una flor no lejos de la noche mi cuerpo mudo se abre a la delicada urgencia del rocío
Han venido. Invaden la sangre. Huelen a plumas, a carencias, a llanto.
Debajo de un árbol, frente a la casa, veíase una mesa y sentados a ella, la muerte y la niña tomaban el té. Una muñeca estaba sentada entre ellas, indeciblemente hermosa, y la muerte y ...