Tuve atléticas espaldas
Tuve atléticas espaldas.
El sufrimiento a veces me sale por los ojos.
Peso de atleta.
Ojos aventureros con deseos,
de trascender el tiempo y la memoria.
Tuve ideas colosales.
Cerré mis ojos a ciertas aguas turbia,
pero sentí la llegada de las lluvias primaverales,
mojándome la frente,
y vi la justa perspectiva de la vida.
No me di a los placeres excesivos,
ni a la locura diaria con que algunos,
justificaban sus vicios virulentos.
Estuve envuelto en las mentiras
con que algunos trataron
de establecer control.
Pude vencer algunas tentaciones juveniles,
más el peso del mundo,
me hizo rodar al suelo algunas veces.
Ahora, me río de ciertas situaciones,
en las que hundido hasta el cuello,
trataba de buscar la mano amiga y servicial.
Ahora, vivo y escribo,
viviéndome hasta el punto del sangrar de mis venas.
No quiero pernoctar en el olvido.
Quiero vivir en los labios vitalicios del pueblo.
(2012)
