#EscritoresEspañoles #Letrillas #Romances XLV
Cierto poeta, en forma peregrina cuanto devota, se metió a romero, con quien pudiera bien todo barber… lavar la más llagada disciplina. Era su benditísima esclavina,
Da bienes Fortuna que no están escritos: cuando pitos flautas, cuando flautas pitos. ¡Cuán diversas sendas
Allá darás, rayo, En cas de Tamayo. De hospedar a gente extraña, O Flamenca o Ginovés, Si el huésped overo es
Cosas, Celalba mía, he visto extr… Cascarse nubes, desbocarse vientos… Altas torres besar sus fundamentos… Y vomitar la tierra sus entrañas; Duras puentes romper, cual tiernas…
Al tronco Filis de un laurel sagr… Reclinada, el convexo de su cuello Lamía en ondas rubias el cabello, Lascivamente al aire encomendado. Las hojas del clavel, que había ju…
Árbol de cuyos ramos fortunados Las nobles moras son quinas reales… Teñidas en la sangre de leales Capitanes, no amantes desdichados; En los campos del Tajo más dorado…
Clarísimo Marqués, dos veces clar… Por vuestra sangre y vuestro enten… Claro dos veces otras, y otras cie… Por la luz, de que no me sois avar… De los dos soles que el pincel más…
Mientras Corinto, en lágrimas des… La sangre de su pecho vierte en va… Vende Lice a un decrépito indïano Por cient escudos la mitad del lec… ¿Quién, pues, se maravilla deste h…
Oh marinero, tú que, cortesano, Al Palacio le fías tus entenas, Al Palacio Real, que de Sirenas Es un segundo mar napolitano, Los remos deja, y una y otra mano
¡Oh niebla del estado más sereno, Furia infernal, serpiente mal naci… ¡Oh ponzoñosa víbora escondida De verde prado en oloroso seno! ¡Oh entre el néctar de Amor morta…
Poco después que su cristal dilata… Orla el Dauro los márgenes de un… Cuyas plantas Genil besa devoto, Genil, que de las nieves se desata… Sus corrientes por él cada cual tr…
Lloraba la niña (Y tenía razón) La prolija ausencia De su ingrato amor. Dejóla tan niña,
Al que de la consciencia es del T… Filipo digno oráculo prudente, De una y otra saeta impertinente Si mártir no le vi, le vi terrero. Tanto, pues, le ceñía ballestero,
En la capilla estoy, y condenado A partir sin remedio desta vida; Siento la causa aun más que la par… Por hambre expulso como sitïado. Culpa sin duda es ser desdichado;
Caído se le ha un Clavel Hoy a la Aurora del seno: ¡Qué glorioso que está el heno, Porque ha caído sobre él! Cuando el silencio tenía