#1988 #EscritoresUruguayos #VientosDelExilio
No existe esponja para lavar el ci… pero aunque pudieras enjabonarlo y luego echarle baldes y baldes de… y colgarlo al sol para que se sequ… siempre faltaría el pájaro en sile…
Los sueños de la siesta no son los mismos que los de la no… sueño en la noche a veces con tapias / hondonadas las embestidas del pampero
Al espantapájaros no le importa el… más bien lo hastía su obligación g… y además se siente desolado con su sombrero roto y sus andrajo… al espantapájaros no le importan l…
Mientras comían juntos y distantes… ella muy lentamente y él como ensi… hablaban con medida y doble parsim… de temas importantes y de algunos… entonces como siempre o como casi…
Al principio eras niño como yo pero mucho más ágil no sólo me advertías de la baldosa floja
Cuando Agustín sintió un fuerte dolor en el pecho, anunció de inmediato a sus familiares: «Esto es un infarto». Sin embargo, el médico diagnosticó aerofagia. El dolor se aplacó con una ...
Estarás como siempre en alguna fro… jugándote en tu sueño lindo y desv… recordando los charcos y el confor… tan desconfiado pero nunca incrédu… nunca más que inocente nunca menos
Después de todo el solo riesgo de que dios exista es que exista en mi sueño y allí aletee sin preguntas dejando llagas en mi corazón
Concebir o tratar de imaginar la cruda inmensidad del universo es para enloquecerse lentamente ¿qué es después de todo este mundi… en la inconmensurable vastedad?
Cada cuerpo tiene su armonía y su desarmonía. En algunos casos la suma de armonías
—Usted no es mallorquín, ¿verdad?—dice la adolescente desde la mesa vecina. —¿Cómo? ¿Qué?—se sobresalta Quiñones y casi se atora con el jerez seco. —¿Lo asusté?—La muchacha no p...
Hay ayeres y mañanas pero no hay hoyes.
Por el desfiladero inclemente y re… avanzamos a pobres estallidos a opacos y alunados madrugones a otoños inhibidos por un cielo gr… a veces penetramos sin querer en l…
No hay ángeles no hay dios no hay cielo no hay regreso sin embargo
Soltar una paloma no siempre es algo fácil de imaginar la paloma es la clave de tantos sueños