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Juan Antonio Alix

Juan Antonio Alix. Desapercibido pasó el 180 aniversario del natalicio de Juan Antonio Alix (Moca, 6 septiembre 1833 – Santiago, 15 febrero 1918), recordado por sus décimas Eso e paja pa’ la gaiza, El follón de Yamasá, El negro tras de la oreja, Entre Lucas y Juan Mejía, Cánticos (mejor conocida como A las arandelas) y Los mangos bajitos. Sabemos que tenía una hermana, Carmen Alix Rodríguez, y que sus padres, Juan Mateo Alix, natural de Cabo Haitiano, y María Magdalena Rodríguez, casaron en Moca en 1829. Su madre, hija de Domingo Antonio Rodríguez y Juana de Rojas Valerio, había casado por primera vez con Juan José Espaillat Velilla, con quien había procreado a Juan Francisco, José María y Eloísa Espaillat Rodríguez, esta última esposa de su primo hermano paterno Ulises Francisco Espaillat Quiñones, presidente de la República en 1876. En su entorno familiar materno se descubren interesantes entronques. Una de sus tías fue Tomasina Rodríguez Rojas de Julia, ascendiente de los eminentes médicos Alejandro Llenas Julia y Arturo Grullón Julia, el gestor cultural Rafael Díaz Niese, el historiador mocano Julio Jaime Julia Guzmán, el historiador y político Juan Isidro Jimenes Grullón, el escritor Virgilio Díaz Grullón, el munícipe santiaguero Tomás (Jimmy) Pastoriza Espaillat y el banquero Alejandro Grullón Espaillat. Su tía abuela María Dolores Rojas Valerio de Solano fue madre, entre otros, de Domingo Antonio Solano Rojas, el famoso padre Solano, quien fuera padre, entre otros hijos, de Santiago Petitón y José Antonio Olavarrieta, troncos de las familias Petitón y Olavarrieta, y ascendiente del presidente Rafael Estrella Ureña, el Dr. José Jesús Jiménez Olavarrieta, Maestro de la Medicina Dominicana; el munícipe santiaguero Víctor Espaillat Mera y la ex primera dama Asela Mera de Jorge. De su lado, su tío abuelo Carlos de Rojas Valerio fue padre, entre otros, de Benigno Filomeno de Rojas Ramos, presidente del Congreso Constituyente que adoptó en Moca la Constitución de 1857 y prócer civil de la Guerra de la Restauración, y de Carlos de Rojas Ramos, tronco de la familia Rojas de Moca. Alix casó con Petronila Francisca Liriano Bidó y procreó a Petronila Hortensia (n.1868); Tomasina (f. 19 de marzo de 1940), esposa desde 1892 de José María Benedicto Luisón (papá Cheché), munícipe y presidente del Ayuntamiento de Santiago en varias ocasiones; Olivia Juana Antonia, quien casó con Agustín Bonilla Tavares en 1897; Rosalina (Rocha), quien casó en 1898 con Manuel Malagón Espaillat y fallecida en 1900 a la edad de 23 años; Carmen, fallecida soltera y sin descendencia, y Agripina (Pinona) Alix Liriano, esposa del puertorriqueño Ramón Goico. El matrimonio Benedicto Alix procreó a Graciela, esposa de Narciso Román; Mario, Mercedes, Migdalia, Rafael, Rosa Celia, cónyuge de Eladio Antonio Victoria Morales, y José Tomás Benedicto Alix, esposo de Delia Guzmán. Los hijos de Olivia Juana Antonia Alix de Bonilla, fueron Agustín, Betina, Carlos, Dorila, Emma, casada con Rafael Díaz Espinal; María, cónyuge de Manuel Furcy Bonnelly Fondeur; Nidia Antonia, cónyuge de José Manuel Nicolás Rodríguez, y Zaida Bonilla Alix. De su lado, los hijos de Agripina Alix Liriano fueron Mercedes, Miguel Ángel, Octavio y Juan Goico Alix, este último poeta como su abuelo. La descendencia de Alix alcanza ya la sexta generación, compuesta por niños y jóvenes nacidos a fines del siglo XX y principios del XXI, quienes de seguro desconocen que tienen “detrás de la oreja” a nuestro máximo poeta popular. Instituto Dominicano de Genealogía Referencias Hoy—hoy.com.do/juan-antonio-alix-180-anos/

Manuel Acuña

Manuel Acuña por José Martí ¡Lo hubiera querido tanto, si hubiese él vivido! Yo le habría explicado qué diferencia hay entre las miserias imbéciles y las tristezas grandiosas; entre el desafío y el acobardamiento; entre la energía celeste y la decrepitud juvenil. Alzar la frente es mucho más hermoso que bajarla; golpear la vida es más hermoso que abatirse y tenderse en tierra por sus golpes. Hieren al vivo en el pecho, y recompone sonriendo sus girones; hieren al vivo en la frente, y restaña sonriendo las heridas. Los que se han hecho para asombrar al mundo, no deben equivocarse para juzgarlo; los grandes tienen el deber de adivinar la grandeza: ¡paz y perdón a aquel grande que faltó tan temprano a su deber! Porque el peso es ha hecho para algo: para llevarlo; porque el sacrificio se ha hecho para merecerlo; porque el derecho de verter luz no se adquiere sino consumiéndose en el fuego. sufre el leño su muerte, e ilumina; y ¿más cobarde que un leño, será un hombre? A él le queda por ceniza la ceniza: a nosotros el renombre, la justicia, la historia, la patria, el placer mismo de sufrir: ¿qué mejor sepulcro y qué mayor gloria? Cerrada está a las plantas la superficie de la tierra: abrirla es violarla: nadie tiene el derecho de morir mientras que para erguir la vida que dieron le quede un pensamiento, un espanto, una esperanza, una gota de sangre, un nervio en pie. Para pedestal, no para sepulcro, se hizo la tierra, puesto que está tendida a nuestras plantas. Yo habría acompañado al grande y sombrío Acuña, a aquella alma ígnea y opaca, cuyo delito fue un desequilibrio entre la concepción y el valor - yo le habría acompañado, en las noches de mayo, cuando hace aroma y aire tibio en las avenidas de la hermosísima Alameda [parque de la Ciudad de México]. De vuelta de largos paseos, tal vez de vuelta del apacible barrio de San Cosme, habríamos juntos visto cómo es por la noche más extenso el cielo, más fácil la generosidad, más olvidable la amargura, menos traidor el hombre, más viva el alma amante, más dulce y llevadera la pobreza. Habría en mí sentido, apoyado su brazo en mi brazo, cómo hay un amor casi tan bello como el amor, pronto siempre en el hombre a complacencias infantiles y a debilidades de mujer: un suave amor sereno que llaman amistad. Y preparados ya a lo inmenso por ese cielo elocuente mexicano, que parece una azul sucesión de cielos, le habría yo inspirado la manera de acostarse, cielo y hombre, por la tranquilidad, que es un gran osadía, es un mismo lecho. ¿Tan pequeña es el alma que son límites las paredes sin tapiz, la vida sin holguras, equivocados y miserables amoríos y la fatal diferencia entre la esfera social que se merece y aquella en que se vive, entre la existencia delicada a que se aspira y la brusca y accidental en que se nace? Yo sé bien qué es la pobreza: la manera de vencerla. Las compensaciones son un elemento en la vida, como lo son las analogías. La aspiración compensa la desesperación; la intuición divina compensa y premia bien el sacrificio. Le habría yo enseñado cómo renace tras rudas tormentas, el vigor en el cerebro, la robustez y el placer en el corazón. Las esferas no vienen hacia nosotros, es preciso ir a las esferas. Si la fortuna nos produjo en accidentes desgraciados, la gloria está por vencer, y la generosidad en dar lección a la fortuna. Si nacimos pobres, hagámonos ricos; si sentimos el sol en el alma, qué gran crimen echar tierra oscura sobre el sol. Se es responsable de las fuerzas que se nos confían: el talento es un mártir y un apóstol: ¿quién tiene derecho para privar a los hombres de la utilidad del apostolado y del martirio.? Y era un gran poeta aquel Manuel Acuña. El no tenía la disposición estratégica de Olmedo, la entonación pindárica de Matta, la corrección trabajosa de Bello, el arte griego de Téophile Gautier y de Baudelaire; pero en su alma eran especiales los conceptos; se henchían a medida que crecían; comenzaba siempre a escribir en las alturas. Habrán hecho confusión lamentable en su espíritu los cráneos y las nubes: aspirador poderoso, aspiró al cielo: no tuvo el gran valor de buscarlo en la tierra, aquí que se halla. Hoy lamento su muerte: no escribo su vida; hoy leo su nocturno a Rosario, página última de su existencia verdadera, y lloro sobre él, y no leo nada. Se rompió aquella alma cuando estalló en aquel quejido de dolor. El estaba enfermo de dos tristes cosas: de pensamiento y de vida. Era un temperamento ambicioso e inactivo: deseador y perezoso: grande y débil. Era una alma aristocrática, que se mecía apoyada en una atmósfera vulgar. El era pulcro, y murió porque le faltaron a tiempo pulcritudes de espíritu y de cuerpo. ¡Oh. la limpieza del alma!: he aquí una fuerza que aun es mejor compañera que el amor de una mujer. A veces la empaña uno mismo, y, como se tiene una gran necesidad de pureza, se mesa uno los cabellos de ira por haberla empañado. Tal vez esto también mató a Manuel Acuña; ¡estaba descontento de su obra y despechado contra sí! No conoció la vida plácida, el amor sereno, la mujer pura, la atmósfera exquisita. Disgustado de cuanto veía, no vio que se podían tender las miradas más allá. Y aseado y tranquilo, acallando con calma aparente su resolución solemne y criminal, olvidó, en un día como éste, que una cobardía no es un derecho, que la impaciencia debe ser activa, que el trabajo debe ser laborioso, que la constancia y la energía son las leyes de la aspiración: y grande para desear, grande para expresar deseos, atrevido en sus incorrecciones, extraño y original hasta en sus perezas, murió de ellas en día aciago, haciéndose forzada sepultura; equivocando la vía de la muerte, porque por la tierra no se va al cielo, y abriendo una tumba augusta, a cuya losa fría envía un beso mi afligido amor fraternal. de “El Federalista” México, 6 de Dic. de 1876

Miguel Ángel Asturias

Miguel Ángel Asturias Rosales (Ciudad de Guatemala, 19 de octubre de 1899 – Madrid, 9 de junio de 1974) fue un escritor, periodista y diplomático guatemalteco. Asturias contribuyó al desarrollo de la literatura latinoamericana, influyó en la cultura occidental, y al mismo tiempo llamó la atención sobre la importancia de las culturas indígenas, especialmente las de su país natal, Guatemala. Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1967. Asturias, nació y se crío en Guatemala, aunque vivió una parte importante de su vida adulta en el extranjero. Durante su primera instancia en París en la década de 1920, estudió antropología y mitología indígena. Algunos científicos lo consideran como el primer novelista latinoamericano que mostró cómo el estudio de la antropología y lingüística podía influir a la literatura. Mientras en París, Asturias también se asoció con el movimiento surrealista. Se le atribuye la introducción de muchas características de estilo modernista en las letras latinoamericanas. Como tal, fue un importante precursor del boom latinoamericano de los años 1960 y 1970. En El Señor Presidente, una de sus novelas más famosas, Asturias describe la vida bajo una dictadura despiadada. Su oposición muy pública a la dictadura le llevó al exilio, y tuvo que pasar gran parte de su vida el exterior, en América del Sur y en Europa. El libro Hombres de maíz, que se describe a veces como su obra maestra, es una defensa de la cultura maya. Asturias, sintetiza su amplio conocimiento de las creencias mayas con sus convicciones políticas, para canalizarlos hacia una vida de compromiso y solidaridad. Su obra es a menudo identificada con las aspiraciones sociales y morales de la población guatemalteca. Tras décadas de exilio y marginación, Asturias finalmente recibió amplio reconocimiento en la década de 1960. En 1966, ganó el Premio Lenin de la Paz de la Unión Soviética. Al año siguiente recibió el Premio Nobel de Literatura, siendo el segundo autor latinoamericano en recibir este honor. Asturias pasó sus últimos años en Madrid, donde murió a la edad de 74 años. Está enterrado en el cementerio de Père Lachaise en París. Vida temprana y educación Miguel Ángel Asturias nació en la Ciudad de Guatemala el 19 de octubre de 1899, como el primer hijo de Ernesto Asturias Girón, abogado y juez, y María Rosales de Asturias, maestra de escuela. Su hermano Marco Antonio nació dos años después. Los padres de Asturias eran de ascendencia española, y razonablemente distinguidos: su padre podía trazar su línea familiar hasta los colonos que habían llegado a Guatemala en la década de 1660; su madre, con una ascendencia más difusa, era la hija de un coronel. En 1905, cuando Asturias tenía seis años, la familia se trasladó a la casa de sus abuelos donde vivieron un estilo de vida más cómodo. A pesar de su posición relativamente privilegiada, el padre de Asturias, se opuso a la dictadura del presidente Manuel Estrada Cabrera, quien había llegado al poder en febrero de 1898. Como Asturias recordó más tarde: "Mis padres eran bastante perseguidos, pero no eran conjurados ni cosa que se parezca.". Tras un incidente en 1904, en el que el padre de Asturias, en su calidad de juez, puso en libertad a algunos estudiantes detenidos por causar disturbios, se enfrentó directamente con el dictador, y perdió su trabajo. En 1905, la familia se vio obligada a trasladarse a la ciudad de Salamá, la capital del departamento de Baja Verapaz, donde Miguel Ángel Asturias vivió en la granja de sus abuelos.2 Fue aquí que Asturias por primera vez entró en contacto con la población indígena de Guatemala; su niñera, Lola Reyes, era una joven indígena que le contaba historias, mitos y leyendas de su cultura, que más tarde tendrían una gran influencia en su obra. En 1908, cuando Asturias tenía nueve años, regresó con su familia a los suburbios de la Ciudad de Guatemala. Establecieron una tienda de suministros, donde pasó su adolescencia. Asturias asistió al Colegio del Padre Pedro", después al Colegio del Padre Solís. Cuando era estudiante comenzó a escribir y realizó el primer borrador de una historia que más tarde se convertiría en la novela El Señor Presidente. En 1922, junto con otros estudiantes, fundó la Universidad Popular, un proyecto comunitario según el cual "la clase media se anima a contribuir al bienestar general, mediante la enseñanza de cursos gratuitos para los más desfavorecidos". Pasó un año estudiando medicina antes de pasar a la facultad de derecho en la Universidad de San Carlos de Guatemala. Obtuvo su título de abogado en 1923 y recibió el Premio Gálvez para su tesis sobre la problemática de los indígenas.2 Recibió también el Premio Falla por ser el mejor estudiante de su facultad. Fue en la Universidad de San Carlos que fundó la Asociación de Estudiantes Universitarios y la Asociación de estudiantes El Derecho, además de participar activamente en La Tribuna del Partido Unionista. Este último grupo fue el que en última instancia derrocó a la dictadura de Manuel Estrada Cabrera en 1920. En referencia a su obra literaria, la participación de Asturias en todas estas organizaciones influenció muchas de las escenas en El Señor Presidente. Asturias se involucró en la política; trabajando como representante de la Asociación General de Estudiantes Universitarios, y viajando a El Salvador y Honduras para su nuevo empleo. En 1920, participó en el levantamiento contra el dictador Manuel Estrada Cabrera. Mientras inscrito en El Instituto Nacional de Varones tomó un papel activo en el derrocamiento de la dictadura de Estrada Cabrera, organizando huelgas en su escuela secundaria. Asturias y sus compañeros de clase, formaron lo que ahora se conoce como “La Generación del 20”. La tesis universitaria de Asturias, "El problema social del indio", fue publicada en 1923. En 1923, después de recibir su título de abogado, viajó a Europa. En París estudió etnología en la Sorbona (Universidad de París), y se convirtió en un surrealista dedicado bajo la influencia del poeta y teórico de la literatura francesa, André Breton. En París fue también influenciado por el circulo de escritores y artistas de Montparnasse y comenzó a escribir poesía y ficción. Durante este tiempo desarrolló una profunda preocupación por la cultura maya y en 1925 comenzó con la traducción al español del Popol Vuh, el texto sagrado de los mayas, un proyecto al que se dedicó durante 40 años.16 También fundó la revista Nuevos Tiempos mientras estaba en París. Se quedó en París durante diez años. En 1930 publicó su primera novela Leyendas de Guatemala. Dos años más tarde, en París, Asturias recibió el Premio Sylla Monsegur para la traducción al francés de Leyendas de Guatemala.19 El 14 de julio de 1933 regresó a Guatemala. Carrera política Cuando Asturias regresó a su país natal en 1933, tuvo su primer encuentro con el dictador Jorge Ubico y su régimen que no iba a tolerar sus ideales políticos. Ubico cerró la Universidad Popular que Asturias había fundado en 1922. En 1933 Asturias trabajó como periodista. Fundó y editó una "revista" de radio llamado El diario del aire.15 Escribió varios volúmenes de poesía en esta época, siendo Sonetos el primero, publicado en 1936. En 1942, fue elegido diputado al Congreso Nacional.20 Tras la caída del régimen de Jorge Ubico y la elección del presidente reformista Juan José Arévalo en 1944, Asturias comenzó una carrera diplomática en 1946, sin dejar de escribir durante su servicio en varios países de América Central y del Sudamérica. Asturias tuvo puestos diplomáticos en Buenos Aires en 1947 y en París en 1952. Exilio y rehabilitación Miguel Ángel Asturias, dedicó gran parte de su energía política apoyando al gobierno de Jacobo Arbenz, el sucesor electo del presidente Juan José Arévalo. Tras la caída del gobierno de Jacobo Arbenz, el nuevo mandatario Coronel Carlos Castillo Armas, ordenó que Asturias fuera despojado de su nacionalidad guatemalteca y expulsado del país por su apoyo al anterior gobierno. Durante los siguientes ocho años, Asturias vivió en exilio en Buenos Aires y Chile. Después de un cambio de gobierno en Argentina, una vez más tuvo que buscar un nuevo hogar, y se trasladó a Europa.23 Mientras vivía en exilio en Génova su reputación como autor creció con la publicación de su novela Mulata de Tal (1963). En 1966 el presidente electo Julio César Méndez Montenegro llegó al poder en Guatemala y rehabilitó a Asturias: le fue devuelto su ciudadanía guatemalteca y fue nombrado como embajador en Francia, donde se desempeñó hasta 1970, ocupando una residencia permanente en París. Un año más tarde, en 1967, la traducción al inglés de Mulata de Tal fue publicada en Boston. Más adelante en su vida, Asturias ayudó a refundar la Universidad Popular de Guatemala.1Asturias pasó sus últimos años en Madrid, donde murió en 1974. Está enterrado en el cementerio de Père Lachaise en París. Familia Miguel Ángel Asturias se casó con su primera esposa, Clemencia Amado, en 1939. Tuvieron dos hijos, Miguel Ángel y Rodrigo. Se divorciaron en 1947. Asturias se casó con su segunda esposa, Blanca Mora y Araujo, en 1950. Como Mora y Araujo era argentina, cuando Asturias fue deportado de Guatemala en 1954, se fueron a vivir a Buenos Aires donde permanecieron ocho años. Asturias, dedicó su novela Week-end en Guatemala a su esposa, Blanca, después de que fuera publicado en 1956. Permanecieron casados hasta la muerte de Asturias en 1974. Rodrigo Asturias Amado, hijo de su primer matrimonio, fue comandante guerrillero de la ORPA e integrante de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG). Rodrigo Asturias adoptó el nombre de guerra Gaspar Ilom, el nombre de un indígena rebelde en Hombres de maíz, la novela su padre. La URNG fue una organización guerrillera que se opuso a los gobiernos militares de la década de 1980 durante la Guerra Civil de Guatemala. Tras la firma de los acuerdos de paz en 1996 la URNG se convirtió en un partido político. Obras mayores Novelista y poeta del realismo mágico, influido en sus orígenes por el realismo, muy pronto, sin renunciar a esa impronta, se adentra en su campo predilecto: la mitología aborigen, la propia tierra (lo telúrico, en término muy actual), en el sentido de compromiso con los sinsabores de los campesinos sometidos al yugo colonialista, lo que se ve en los títulos de sus obras. Junto a ello, y una faceta no menos importante, la calidad y sonoridades de su prosa apenas admiten comparación en la literatura castellana del siglo XX. Publica Leyendas de Guatemala (1930) en torno a mitos y leyendas nativos y mestizos. En su célebre novela El señor Presidente (1946) retrata a un típico dictador latinoamericano —como también hicieron Valle Inclán en Tirano Banderas, García Márquez en El otoño del patriarca, Roa Bastos en Yo el supremo, Alejo Carpentier en El recurso del método o Vargas Llosa en La fiesta del chivo—, para lo que se sirvió de procedimientos grotescos y burlescos con el fin de describir con total contundencia la brutalidad y la opresión social ejercidas en su país por los gobiernos dictatoriales. Escribio los libretos de las óperas Emulo Lipolidón e Imágenes de nacimiento para el compositor José Castañeda. Hombres de maíz (1949) es reconocida por muchos como su obra maestra. Novela típica del realismo mágico, se aprecian en la misma igualmente las voces y los rostros del oprobio y la injusticia, pero en términos de cruda explotación colonialista. Para ello, lo más resaltable es que el autor logra, de forma casi sobrenatural, acoplar el lenguaje y el ritmo de su prosa a los personajes que retrata, a sus fantásticas creencias, sus atávicas maneras y costumbres. La que más lunares tenía era la nana de Martín Ilóm, el recién parido hijo del cacique Gaspar Ilóm. La que más lunares y más piojos tenía. La Piojosa Grande, la nana de Martín Ilóm. En su regazo de tortera caliente, en sus trapos finos de tan viejos, dormía su hijo como una cosa de barro nuevecita y bajo el coxpi, cofia de tejido ralo que le cubría la cabeza y la cara para que no le hicieran mal de ojo, se oía su alentar con ruido de agua que cae en tierra porosa. Mujeres con niños y hombres con mujeres. Claridad y calor de fogarones. Las mujeres lejos en la claridad y cerca en la sombra. Los hombres cerca en la claridad y lejos en la sombra. Todos en el alboroto de las llamas, en el fuego de los guerreros, fuego de la guerra que hará llorar las espinas. Así decían los indios más viejos, con el movimiento senil de sus cabezas bajo las avispas. O bien decían, sin perder su compás de viejos: Antes que la primera cuerda de maguey fuera trenzada se trenzaron el pelo las mujeres. En esta misma línea se encuentran dos de sus principales obras: Mulata de tal y Tres de cuatro soles, en las cuales el autor incorpora a su novelística sus conocimientos antropológicos sobre mitología maya, poniendo en relación de manera magistral, al apelar a una forma de narrar fuertemente influida por el surrealismo, las cosmovisiones aparentemente excluyentes de la Guatemala pre y post colonial. En estas obras los antiguos dioses mayas recuperan inesperadamente su lugar en el mundo contemporáneo, como en "Tres de cuatro soles", o son brutalmente reemplazados por nuevas deidades traídas e impuestas por las distintas potencias imperiales. En este proceso las metamorfosis y los cambios abundan, como podemos observar en "Mulata de tal", libro de gran estilo, complejo y maravilloso. Este mundo sincrético diverso y culturalmente rico, sobrevive fundamentalmente en el lenguaje de los pobres y los explotados, lenguaje que Asturias maneja, como se ha dicho, con singular habilidad, que le permite mostrarnos un mundo en una frase y ensayar una poética de los excluidos y de los oprimidos. El autor se resiste a aceptar el genocidio cultural y humano que la realidad colonial parece imponerle a su pueblo, y reafirma la vitalidad de este último, encarando una empresa literaria que pone como principales protagonistas a aquellas víctimas sometidas al yugo de la dominación imperialista que, no obstante su situación, resisten a la opresión, manteniendo y reproduciendo en las condiciones más adversas una identidad propia. Insistió en parecidos temas en sus siguientes obras, como en la polémica trilogía novelística conocida como "La trilogía de la república de la banana" que es conformada por: Viento fuerte (1950), El Papa verde (1954) y Los ojos de los enterrados (1960). Las obras de teatro de Miguel Ángel Asturias son menos conocidas, si bien abunda en el inconformismo y la crítica social: Chantaje y Dique seco, ambas de 1964. Leyendas de Guatemala Artículo principal: Leyendas de Guatemala (libro). El primer libro publicado de Asturias fue Leyendas de Guatemala (1930), una colección de nueve historias que exploran los mitos mayas de la época precolonial, así como temas que se refieren al desarrollo de una identidad nacional guatemalteca. Su fascinación para textos precolombinos como el Popol Vuh y los Anales de los Xajil, así como sus creencias en mitos y leyendas populares, tuvieron una gran influencia en la obra. El académico Jean Franco describe el libro como "recreaciones líricas del folklore guatemalteco, inspirándose en fuentes coloniales y precolombinas." Para el crítico de la literatura latinoamericana Gerald Martin, Leyendas de Guatemala es "La primera gran contribución antropológica a la literatura española de América." Según el académico Francisco Solares-Larrave, las historias son un precursor del movimiento del realismo mágico. Asturias utilizó escritura convencional y prosa lírica para contar una historia acerca de aves y otros animales que conversan con seres humanos arquetípicos. El estilo de escritura de Asturias en Leyendas de Guatemala ha sido descrito por algunos como "historia-Sueño-poemas". En cada leyenda, Asturias atrae al lector con una furia de belleza y misterio sin ser capaz de comprender el sentido de espacio y tiempo. Leyendas de Guatemala, trajo elogios de la crítica en Francia, así como en Guatemala. El destacado poeta y ensayista francés Paul Valéry escribió sobre el libro: "descubrí que se creó un sueño tropical, que viví con singular encanto." El Señor Presidente Artículo principal: El Señor Presidente. El Señor Presidente, una de las novelas más aclamadas de Asturias, se completó en 1933 pero permaneció inédita hasta 1946, cuando salió en México como publicación privada. Como uno de sus primeros trabajos, El Señor Presidente mostró el talento de Asturias y su influencia como novelista. Zimmerman y Rojas describen su trabajo como una "denuncia apasionada contra el dictador guatemalteco Manuel Estrada Cabrera." La novela fue escrita durante el exilio de Asturias, en París.37 Durante la realización de la novela, Asturias se asociaba con los miembros del movimiento surrealista, así como con otros futuros escritores de América Latina, tales como Arturo Uslar Pietri y el cubano Alejo Carpentier. El Señor Presidente, es una de muchas novelas que exploran la vida bajo un dictador de América Latina y, de hecho, ha sido proclamada por algunos como la primera novela real, a explorar el tema de la dictadura. El libro también ha sido llamado un estudio del miedo, porque el miedo es el clima en el que se desarrolla. El Señor Presidente utiliza técnicas surrealistas y refleja la idea de Asturias que la conciencia irracional de la realidad de los indígenas es una expresión de fuerzas subconscientes. Aunque el autor nunca especifica el lugar donde la novela tiene lugar, es evidente que el argumento se ve influenciado por el gobierno del presidente y dictador guatemalteco, Manuel Estrada Cabrera. La novela de Asturias, examina la forma en que el mal se extiende hacia abajo desde un poderoso líder político, por las calles y en las casas de los ciudadanos. Muchos temas, como la justicia y el amor, son objeto de burla en la novela, y escapar de la tiranía del dictador es aparentemente imposible. Cada personaje en la novela se ve profundamente afectado por la dictadura y debe luchar para sobrevivir en una realidad aterradora. La historia comienza con la muerte accidental de un alto funcionario, el coronel Parrales Sonriente. El Presidente utiliza la muerte del coronel para deshacerse de dos hombres, cuando se decide a implicarles en el asesinato. Las tácticas del Presidente son vistas como sádicas, ya que cree que su palabra es la ley que nadie debe de cuestionar. La novela entonces acompaña a varios personajes, algunos cercanos al Presidente y otros que buscan escapar de su régimen. El consejero de confianza del dictador, a quien el lector conoce como "Cara de ángel", se enamora de Camila, la hija del general Canales. Bajo la orden directa del Presidente, Cara de ángel convence al General Canales que una fuga inmediata es imprescindible. Desafortunadamente, el General es uno de los dos hombres que el Presidente está tratando de implicar por asesinato; el propósito del Presidente es que general Canales parezca culpable al ser baleado mientras huyendo.43 Mientras que el general es perseguido para su ejecución, su hija está bajo arresto domiciliario por Cara de ángel. Cara de ángel se ve atrapado entre su amor por Camila y su deber ante el Presidente. Aunque el dictador nunca se nombra en la obra, tiene similitudes inequívocas con Manuel Estrada Cabrera. En 1974, el dramaturgo Hugo Carrillo adaptó El Señor Presidente en una obra de teatro. Hombres de maíz Artículo principal: Hombres de maíz. Hombres de maíz (1949) es generalmente considerado la obra maestra de Asturias, aunque sigue siendo una de sus novelas menos comprendidas. El título de Hombres de maíz se refiere a la creencia de los indígenas mayas de que su carne estaba hecha de maíz. La novela está escrita en seis partes, cada una explorando el contraste entre las costumbres tradicionales de los indígenas y una sociedad progresando y modernizando. El libro explora el mundo mágico de las comunidades indígenas, un tema del cual el autor era a la vez apasionado y conocedor. La novela se basa en la leyenda tradicional, pero la historia es de creación propia de Asturias. El argumento gira en torno a una comunidad indígena aislada (los hombres de maíz o "gente del maíz"), cuya tierra está amenazada por personas ajenas con el propósito de su explotación comercial. Un líder indígena, Gaspar Ilom, encabeza la resistencia de la comunidad contra los colonos, quienes lo matan con la esperanza de frustrar la rebelión. Más allá de su tumba, Ilom vive como un "héroe popular"; a pesar de sus esfuerzos, no puede prevenir que la gente pierde sus tierras. En la segunda mitad de la novela, el personaje central es un cartero, Nicho, y la historia gira en torno a la búsqueda de su esposa perdida. En el curso de su búsqueda, abandona sus funciones, atados como los son a la "sociedad de los blancos", y se transforma en un coyote, el cual representa a su espíritu guardián. Esta transformación es otra referencia a la cultura maya; la creencia en el nahualismo, o la capacidad del hombre de asumir la forma de su animal guardián, es uno de los muchos aspectos esenciales para la comprensión de los significados ocultos de la novela. A través de la alegoría, Asturias muestra cómo el imperialismo europeo domina y transforma las tradiciones indígenas en las Américas. Al final de la novela, como lo señala Jean Franco, "se ha perdido el mundo mágico de la leyenda indígena"; pero concluye con una "nota utópica", como las personas se convierten en hormigas para transportar el maíz que han cosechado. Escrito en forma de mito, la novela es experimental, ambiciosa y difícil de comprender. Por ejemplo, su "esquema de tiempo es un tiempo mítico en el que miles de años pueden ser comprimidos y vistos como un momento único"; además, el lenguaje del libro es "estructurado de manera análoga a las idiomas indígenas". Debido a su enfoque inusual, pasó algún tiempo antes de que la novela fue aceptada por los críticos y el público. La trilogía bananera Asturias escribió una trilogía épica sobre la explotación de los indígenas en las plantaciones bananeras. Esta trilogía se compone de tres novelas: Viento fuerte (1950), El Papa Verde (1954), y Los ojos de los enterrados (1960). Es un relato ficticio de los resultados del control extranjero sobre la industria bananera de América Central. Al principio, los volúmenes fueron solo publicados en Guatemala en pequeñas cantidades. Su crítica al control extranjero de la industria bananera y la forma en que los indígenas guatemaltecos fueron explotados, finalmente le valió el premio más alto de la Unión Soviética, el Premio Lenin de la Paz. Este reconocimiento marca Asturias como uno de los pocos autores reconocidos por sus obras literarias, tanto en el Occidente y el bloque comunista durante el período de la Guerra Fría. Mulata de tal Asturias publicó su novela Mulata de Tal en 1963, mientras que él y su esposa vivían en exilio en Génova. Su novela recibió muchas críticas positivas; Ideologies and Literature lo describió como "un carnaval encarnado en la novela. Representa una colisión entre el Mardi Gras maya y el barroco hispano." La novela surgió como una novela importante en la década de 1960.32 La novela incluye la mitología maya y la tradición católica para formar una alegoría distintiva de creencia. Gerald Martin en la Hispanic Review comentó que es "bastante obvio que todo el arte de esta novela se basa en su lenguaje". En general, Asturias coincide con la libertad visual de los dibujos animados, por utilizar todos los recursos que la lengua española le ofrece. Su uso del color es sorprendente y muchísimo más liberal que en las primeras novelas." Asturias construyó la novela con este uso singular del color, teoría liberal, y su uso característico de la lengua española. Su novela también recibió la Premio Silla Monsegur para la mejor novela hispano-americana publicada en Francia. Temas Identidad La identidad guatemalteca en la época postcolonial se ve influenciada por una mezcla de la cultura maya y europea. Asturias, mestizo él mismo, propuso un alma nacional híbrida para Guatemala (ladina en su lengua, maya en su mitología).59 Su búsqueda para crear una auténtica identidad nacional es fundamental en Leyendas de Guatemala, su primera novela publicada, y es un tema omnipresente en toda su obra. Cuando el entrevistador Günter W. Lorenz le preguntó cómo percibe su papel como escritor latinoamericano, él responde: “...Sentí que era mi vocación y mi deber de escribir sobre América, que algún día sería de interés para el mundo.” Más tarde en la entrevista, Asturias se identifica como portavoz de su pueblo, diciendo: "...Entre los indígenas hay una creencia en el Gran Lengua. Gran Lengua es el portavoz de la tribu. Y en cierto modo eso es lo que he estado: el portavoz de mi tribu." Política A lo largo de la carrera literaria de Asturias, se vio continuamente involucrado en la política. Se opuso abiertamente a la dictadura de Cabrera, y más tarde se desempeñó como embajador de Guatemala en varios países de América Latina y Europa. Sus opiniones políticas se reflejan en varias de sus obras e incluyen: la colonización española de América Latina y el declive de la civilización maya; los efectos de las dictaduras políticas en la sociedad; y la explotación del pueblo guatemalteco por empresas agrícolas extranjeras. Leyendas de Guatemala, se inspira libremente en la mitología y las leyendas mayas. El autor eligió de incluir leyendas que van desde la creación de los mayas hasta la llegada de los conquistadores españoles, cientos de años más tarde. Presenta a los colonizadores españoles en la historia "Leyenda del tesoro del Lugar Florido". En esta historia, un ritual de sacrificio se ve interrumpido por la inesperada llegada de "Los Hombres Blancos". La tribu se dispersa atemorizada por los intrusos, y su tesoro se quede atrás en las manos del hombre blanco. Jimena Sáenz argumenta que esta historia representa la caída de la civilización maya por los conquistadores españoles. Aunque en El Señor Presidente no se identifica explícitamente a la sociedad guatemalteca de principios del siglo XX como entorno de la novela, es evidente que el personaje del título fue inspirado en la dictadura de Manuel Estrada Cabrera de 1898-1920. El carácter del Presidente rara vez aparece en la historia, pero Asturias hace uso de varios otros personajes para demostrar los terribles efectos de la vida bajo la dictadura. Este libro fue una notable contribución al género de la novela hispanoamericana de la dictadura. Irónicamente, Asturias no pudo publicar el libro en Guatemala durante trece años, a causa de las estrictas leyes de censura de la dictadura de Jorge Ubico, quién gobernó Guatemala entre 1931 y 1944. Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial los Estados Unidos continuamente expandieron su presencia en las economías de América Latina. Compañías tales como la United Fruit Company manipularon políticos y explotaron la tierra, los recursos y los trabajadores guatemaltecos. El efecto general fue devastador en Guatemala y inspiró Asturias a escribir la trilogía bananera, un conjunto de tres novelas publicadas en 1950, 1954 y 1960. Las tres novelas revuelven en torno a la explotación de los trabajadores agrícolas indígenas y la presencia monopolista de la United Fruit Company en Guatemala. Asturias estaba preocupado con la marginación y pobreza de la población maya en Guatemala. Creía que el desarrollo socioeconómico en Guatemala era dependiente de una mejor integración de las comunidades indígenas, una distribución más equitativa de la riqueza en el país, y la reducción de las tasas de analfabetismo, entre otros temas prevalentes. La inclusión de algunos de los problemas políticos y socioeconómicos de Guatemala en sus novelas, atrajo la atención internacional a los mismos. Naturaleza Para Asturias, Guatemala y América son un país y un continente de naturaleza.65 Nahum Megged destaca que su trabajo encarna la "totalidad fascinante de la naturaleza" y que no utiliza la naturaleza únicamente como un telón de fondo para el drama.65 Observa que en sus libros los personajes que más están en armonía con la naturaleza son los protagonistas, mientras que los que perturban el equilibrio de la naturaleza son los antagonistas. El tema de la personificación erótica de la naturaleza es prevalente en sus novelas, como lo es también en Leyendas de Guatemala cuando escribe, “El tropico es el sexo de la tierra.” Estilo Asturias se inspiró en gran medida por la cultura maya de América Central, la cual forma un tema central en muchas de sus obras y tuvo una gran influencia en su estilo de narración. Influencia maya La sociedad guatemalteca que existe hoy en día se fundó sobre una base formada por la cultura maya. Antes de la llegada de los conquistadores españoles, los mayas representaban a una civilización muy avanzada política, económica y socialmente. Esta rica cultura maya ha tenido una influencia innegable en las obras literarias de Asturias. Creía en el carácter sagrado de las tradiciones mayas y trató de revitalizar su cultura con la incorporación de la imaginería y tradición indígena en sus novelas.68 Asturias, estudió en la Sorbona (la Universidad de París en ese momento) con Georges Raynaud, un experto en la cultura de los maya quichés. En 1926, terminó la traducción del Popol Vuh, el libro sagrado de los quichés.69 Fascinado por la mitología de los pueblos indígenas de Guatemala, escribió Leyendas de Guatemala.70 Esta obra narrativa vuelve a contar algunas de las historias folclóricas mayas de su tierra natal. Ciertos aspectos de la cultura de los indígenas eran de singular interés para Asturias. El maíz es una parte integral de la cultura maya. No sólo es un alimento básico, pero juega un papel importante en la historia de la creación maya descrito en el Popol Vuh. Esta historia en particular tuvo gran influencia en la novela Hombres de maíz, una fábula mitológica que introduce los lectores a la vida, los costumbres, y la psique del indígena maya. Asturias, que no habló ningún idioma maya, admite que sus interpretaciones de la psique indígena eran intuitivas y especulativas.72 Al adoptar tales libertades, hay grandes riesgos de error. No obstante, Lourdes Royano Gutiérrez afirma que su trabajo mantiene su validez, porque en esta situación literaria la intuición sirvió como una mejor herramienta que el análisis científico. Jean Franco clasifica a Asturias como un autor "indigenista", junto con Rosario Castellanos y José María Arguedas. Franco sostiene que estos tres escritores se vieron llevados a "romper con el realismo, precisamente, debido a las limitaciones del género a la hora de representar al indígena". En Hombres de maíz por ejemplo, Asturias utiliza un estilo lírico y experimental que según Franco es una forma más auténtica de representación de la mente de los indígenas, que la prosa tradicional. Cuando se le preguntó acerca de su método de interpretación de la psique Maya, Asturias, fue citado diciendo "Oí mucho, supuse un poco más e inventé el resto". Pese a sus "inventos", su capacidad de incorporar su conocimiento de la etnología maya en sus novelas, hacen su obra auténtica y convincente. Surrealismo y realismo mágico El surrealismo tuvo una influencia importante en las obras de Asturias. Caracterizado por su exploración de la mente subconsciente, el género permitió Asturias a cruzar los límites de la fantasía y la realidad. Aunque las obras de Asturias fueron generalmente consideradas como precursores del realismo mágico, el autor vio muchas similitudes entre ambos géneros. Al discutir la idea del realismo mágico en sus obras, vincula el género explícitamente al surrealismo. Sin embargo, no utilizó el término para describir su propia obra. En cambio, lo usó en referencia a las historias mayas que predatan la conquista de América por los europeos, historias como el Popol Vuh o los Anales de los Xahil. En una entrevista con su amigo y biógrafo Günter W. Loenz, Asturias discute cómo estas historias encajan su punto de vista del realismo mágico y como se relacionan con el surrealismo, diciendo: "Entre el "real" y el "mágico" hay una tercera clase de realidad. Se trata de una fusión de lo visible y lo tangible, la alucinación y el sueño. Es similar a lo que los surrealistas alrededor de [André] Breton querían y es lo que podríamos llamar "realismo mágico".60 A pesar de que ambos géneros tienen mucho en común, a menudo se considera que el realismo mágico nació en América Latina. Como se mencionó anteriormente, la cultura maya fue una inspiración importante para Asturias. Veía una relación directa entre el realismo mágico y la mentalidad indígena, diciendo: “...un indígena o un mestizo en una pequeña aldea podría describir cómo vio una enorme piedra convertirse en una persona o un gigante, o una nube en una piedra. Eso no es una realidad tangible, sino que implica una comprensión de las fuerzas sobrenaturales. Por eso, cuando tengo que darle una etiqueta literaria, lo llamo "realismo mágico". En el mismo sentido, Lourdes Royano Gutiérrez, argumenta que el pensamiento surrealista no es del todo diferente de la visión del mundo indígena o mestiza. Royano Gutiérrez describe esta visión del mundo como una en el que el limite entre realidad y sueño es poroso, no es concreto. De la citas de Asturias y Royano Gutiérrez se desprende que el realismo mágico se consideró un género adecuado para representar los pensamientos de un personaje indígena. El estilo del surrealismo/realismo mágico se ejemplifica en las obras Mulata de Tal y El señor presidente. Uso del lenguaje Asturias fue uno de los primeros novelistas latinoamericanos a darse cuenta del enorme potencial del lenguaje en la literatura. Tenía un estilo lingüístico muy profundo que empleaba para transmitir su visión literaria. En sus obras, el lenguaje es más que una forma de expresión o un medio para un fin, y puede ser muy abstracto. No es que el lenguaje da vida a su obra, sino que la forma orgánica del lenguaje utilizado por Asturias, tiene una vida propia dentro de su obra ("El lenguaje tiene vida propia"). Así, en "Leyendas de Guatemala" se nota un estilo rítmico y musical a la escritura. En muchas de sus obras utilizó técnicas que también se observan en textos precolombinos, como onomatopeyas, repeticiones y simbolismo. Su interpretación moderna del estilo de la escritura maya, se convirtió más tarde en su propio estilo característico. Asturias, sintetizó la dicción litúrgica encontrado en el Popol Vuh, con un vocabulario colorido y exuberante.75 Este estilo característico ha sido llamado "barroquismo tropical" por Royano Gutiérrez en su análisis de sus obras más importantes. En Mulata de Tal, Asturias fusiona el surrealismo con la tradición indígena en algo llamado "el Gran Lengua".75 En esta tradición maya, las personas confieren poder mágico a ciertas palabras y frases, de forma similar al canto de una bruja o una maldición. En sus narraciones, Asturias devuelve el poder a las palabras y les permite hablar por sí mismos: "Los toros toronegros, los toros torobravos, los toros torotumbos, los torostorostoros". Asturias utiliza un vocabulario maya significativo en sus obras. Para un mejor entendimiento de la rica combinación de las palabras coloquiales guatemaltecas y indígenas, se ha incluido un glosario al final de Hombres de maíz, Leyendas de Guatemala, El Señor Presidente, Viento Fuerte, y El Papa verde. Legado * Después de su muerte en 1974, el gobierno reconoció su contribución a la literatura guatemalteca mediante la creación de premios literarios y becas en su nombre. Uno de ellos es el premio literario más distinguido del país, el Premio Nacional de Literatura "Miguel Ángel Asturias". Además, en su honor el teatro nacional de la Ciudad de Guatemala lleva su nombre: Centro Cultural Miguel Ángel Asturias * Asturias es recordado como un hombre que creía firmemente en el reconocimiento de la cultura indígena en Guatemala. En las palabras de Gerald Martin, Asturias es uno de los "escritores ABC" —Asturias, Borges, Carpentier— quienes, según Martin, "realmente iniciaron el modernismo latinoamericano."80 Por su experimentación con estilo y lenguaje, algunos científicos lo consideran un precursor del realismo mágico. Los críticos comparan su obra de ficción a la de Franz Kafka, James Joyce y William Faulkner por su uso del estilo de 'corriente de la conciencia'.82 Su obra ha sido traducida en numerosos idiomas, incluyendo inglés, francés, alemán, sueco, italiano, portugués, ruso y muchos más. Referencias Wikipedia-http://es.wikipedia.org/wiki/Miguel_%C3%81ngel_Asturias

Ramón de Almagro

História de Vida La amenaza de un atentado en el barrio de Once, cercano al almacén que atendía junto a su esposa, dio un vuelco inesperado en la vida de Ramón Valdez y lo convirtió en poeta casi por casualidad. Hoy, a raíz de ese incidente adverso, es famoso por las estrofas que se cuelan en los vagones de la línea D del subte, con las que invita a los usuarios a abandonar la rutina propia del viaje. Don Ramón y Doña Elsa fueron durante más de 20 años almaceneros, pero se vieron obligados a cerrar el comercio, que se encontraba próximo a la Sociedad Argentina Hebraica, cuando el temor a que se produjeran nuevas ofensivas contra la comunidad judía en la Argentina se afianzó en la zona y llevó a los vecinos a tomar decisiones drásticas, de esas de las que luego es difícil volver atrás. "De golpe y porrazo Hebraica cerró y dejaron de venir los socios que venían a comprarme al almacén. Pasaron casi cuatro años que aguanté sin cerrar, porque vivíamos de eso, pero hubo un momento en el que no quedó nada más por hacer. Junté cosa por cosa todo lo tenía y me fui a mi casa a los 62 años, sin saber cómo seguir", relató a la nación.com el "señor de los poemas", como lo suelen llamar algunos de los viajeros frecuentes del subte. Los primeros pasos de este almacenero devenido en poeta no fueron precisamente ordenados. Más bien constituyeron ensayos hasta transformarse en el ingreso principal de la familia, sin contar la módica jubilación que había obtenido por su trabajo en el local ubicado en Sarmiento y Pasteur. Tampoco respondieron a una pasión en particular. Simplemente, se orientaron hacia un único deseo: el de poder salir adelante en medio de la bronca, el enojo y la tristeza que lo atormentaban por esos días. Una oportunidad. Un aviso publicado en un diario, que leyó una de sus hijas, acercó a Don Ramón al oficio de escribir. Se trataba de una publicidad sobre la apertura de una escuela secundaria nocturna destinada a adultos. No lo dudó. Se inscribió ese mismo día en el Colegio Evangélico Villa Devoto y recibió media beca en el arancel para poder cursar. "Estábamos todos chochos. Mis compañeros porque yo era una persona mayor y yo porque tenía adonde ir. Más que nada buscaba contención", confesó. Una de sus principales mentoras en el mundo de la poesía fue justamente la profesora de lengua del instituto. Ella fue la encargada de animarlo a contar historias sencillas, de la vida cotidiana , "de esas que le llegan a la gente", inspirándose en poemas del uruguayo Mario Benedetti, de quien hoy se confiesa como un gran admirador. Las cosas empezaban a mejorar. En las aulas del colegio nació su atracción por la escritura y comenzó a gestarse también una nueva fuente de trabajo. "Sentía la necesidad de ganarme la vida. Era lo que siempre había hecho", aseguró. Sobre ruedas. Con un cuadernillo que agrupaba sus primeros siete poemas, decidió un domingo ir a probar suerte, en compañía de su familia, a Parque Centenario. "Empecé a repartirlos a orillas del lago. Se los daba a la gente para que los leyera y después pasaba a recogerlos. Ese domingo me gané 6 pesos, que en ese momento era un montón. Significaba el vino, el tomate y los fideos", recordó, mientras una sonrisa cargada de picardía y satisfacción aparecía en su cara. Pero la espera entre un fin de semana y el siguiente para la venta se hacía ardua y había que mantener la casa. Y fue ahí cuando se acordó de haber visto a un chico en el subte que vendía poemas: "Y pensé: ¿Por qué no?". Tímidamente Ramón describió: "Vivía en Corrientes y Medrano, pero me fui al subte que quedaba más lejos mi casa, el de Retiro, donde nadie me conocía. Cuando vi venir el primer subte, dije: «No, este viene muy vacío, me quedo un poquito más». Después pasó otro, pero tampoco subí porque venía muy lleno. Lo que pasaba en realidad es que tenía «chucho», una vergüenza terrible. Era muy difícil exponerse. Sentía que estaba mendigando. Pero después arranqué". Sus seguidores. Hoy, lejos de las góndolas o de la caja registradora del almacén, el poeta del subte disfruta de las muestras diarias de cariño que recibe de los usuarios del servicio, pero también de las que le envían los admiradores de su obra desde Colombia, México y España, para felicitarlo por su ejemplo de esfuerzo y dedicación a los casi 75 años. "Me generan la alegría más grande y me levantan el ánimo todos los días", indicó agradecido tras "haber encontrado su lugar en el mundo". Poema del Olvido Tú puedes olvidar y los recuerdos Se pegan a mi piel como un castigo. Tú puedes olvidar, yo sólo vivo Añorando el querer que se ha perdido. Tú puedes olvidar y en cada noche Mil vueltas yo me doy buscando olvido. Tú puedes olvidar. ¡Ay si pudiera! Olvidar como tú... sin un suspiro. Referencias http://sociedadedospoetasamigos.blogspot.com.es/2010/04/don-ramon-de-almagro-poeta-argentino.html

Hilario Ascasubi

Hilario Ascasubi fue un poeta argentino nacido el 14 de enero de 1807 en la actual ciudad de Bell Ville, provincia de Córdoba y falleció el 17 de noviembre de 1875 en la ciudad de Buenos Aires. Fueron sus padres Mariano de los Dolores Ascasubi, pardo libre hijo de Roque Ascasubi y Clara Ascasubi, esclavos y luego pardos libres, y doña Loreta de Elías, hija natural de Jacoba Carranza, pardas libres, todos cordobeses.[cita requerida] Es uno de los primeros poetas gauchescos, junto con el uruguayo Bartolomé Hidalgo. Es un ferviente anti rosista que se une a la lucha armada en contra del tirano. En una de sus poesías, "La refalosa", reproduce la amenaza de un "mazorquero" rosista a un gaucho que es contrario a Rosas, y en ella se comenta cómo eran las torturas utilizadas por esa milicia para lograr, a la fuerza, la adhesión al gobierno rosista. Pasó unos veinte años en Montevideo y más tarde en París enviado por el gobernador bonaerense Bartolomé Mitre. Luego regresó a la Argentina y murió en Buenos Aires en 1875. En su Santos Vega o los mellizos de la Flor -en cierto modo poema épico de la literatura gauchesca- nos presenta en breves cuadros descriptivos la vida de la pampa y de sus pobladores. A veces utilizó como seudónimos los nombres de dos obras suyas: Paulino Lucero y Aniceto el gallo. Obras El gaucho Jacinto Cielo (1843) Paulino Lucero (1846) Aniceto el Gallo (1853) Santos Vega o los mellizos de la Flor (1851) Obras completas (1872, 3 volúmenes recopilados por el autor) References Wikipedia—https://es.wikipedia.org/wiki/Hilario_Ascasubi

Miguel Arteche

Miguel Arteche Salinas (nacido Miguel Salinas Arteche; Nueva Imperial, 4 de junio de 1926 - Santiago, 22 de julio de 2012) fue un escritor chileno, perteneciente a la generación literaria de 1950, que destacó especialmente en poesía. Recibió el Premio Nacional de Literatura en 1996. Hijo de Luis Osvaldo Salinas Adrián e Isabel Arteche Bahíllo, su infancia estuvo marcada por la "prematura muerte de su padre y la impronta imborrable de su tío sacerdote don Gonzalo Arteche Bahíllo, quien posee una importante biblioteca donde el joven Miguel inicia sus primeras lecturas poéticas, claramente influenciado por la literatura española de los Siglos de Oro y, más tarde, por la poesía" de la generación del 27. Estudió en el Liceo de Los Ángeles y luego en el Instituto Nacional de Santiago. Ingresó a la carrera de derecho en la Universidad de Chile (1945-1946), pero la abandonó y más tarde viajó, becado, a estudiar literatura española en la de Madrid (1951-1953). Comenzó a escribir poesía durante su época estudiantil, concretamente en Quintero, en las vacaciones de verano de 1945 e influenciado especialmente por Luis Cernuda. Cuatro años más tarde aparecerá su primer poemario, La invitación al olvido, claramente cernudiano, como el mismo Arteche ha reconocido (luego vendrá la influencia de Thomas Wolfe y otros).A partir de entonces y hasta su partida a España, publicará cada año un libro nuevo. Además de estudiar literatura, allí participará en los I y II Congresos Internacionales de Poesía (Segovia, 1952 y Salamanca, 1953), viajará por el país de sus ancestros, y también por Francia, Bélgica, Italia y el norte de África, publicará, en 1953, su sexto poemario. Ese mismo año se casó con Ximena Garcés en Madrid, a quien había conocido en 1952 en la embajada chilena en Madrid. Pasarán la luna de miel en Ibiza y a lo largo de su unión tendrán siete hijos: Juan Miguel, Andrea, Rafael, Cristóbal, Isabel, Amparo e Ignacio. De regreso en Chile continuó su colaboración con El Mercurio, que había comenzado en 1951, y empieza a escribir también para otros periódicos —Las Últimas Noticias y El Diario Ilustrado— y revistas como Finis Terrae, Atenea y Ercilla. Se desempeña como secretario de Juan Gómez Millas, rector de la Universidad de Chile (1954) y como jefe de la biblioteca y archivo de El Mercurio (1954-1964). En 1963 reemplazó al fallecido Eduardo Barrios como miembro de la Academia Chilena de la Lengua y al año siguiente debuta como narrador con La otra orilla, que tiene "una calurosa acogida por la crítica"; a esta novela la seguirán otras tres y dos libros de relatos. Bajo el gobierno democristiano de Eduardo Frei Montalva fue agregado cultural en España (1965-1970), y ese último año asumió el mismo cargo en la embajada de Chile en Honduras, país donde permaneció hasta 1971 ejerciendo al mismo tiempo como profesor visitante en la universidad. Durante la dictadura militar, Arteche fue una de las voces críticas con el general Pinochet y fundará talleres de poesía "que consiguen forjar un segmento de libertad para el intercambio y difusión de obras literarias y de ideas (Taller Altazor de la Biblioteca Nacional y Taller Nueve de Poesía, tal vez los primeros espacios de libre circulación en el Chile de esa época)". El escritor, que venía firmando como Miguel Arteche y no Miguel Salinas, legalizó en 1972 la inversión de sus apellidos. Arteche fue profesor de redacción en la Escuela de Periodismo de la Universidad Católica de Chile (1983-1993) y subdirector de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos entre 1990 y 1991. En 1996 fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura de Chile. Tras la publicación del libro Jardín de relojes en 2002, Arteche se retiró de la literatura. Arteche era conocido por sus declaraciones polémicas sobre otros escritores y se le consideraba "uno de los más fuertes francotiradores de la literatura chilena". Así calificó de "peste" a la antipoesía de Nicanor Parra; dijo que Raúl Zurita no tenía oficio de poeta y como parte del jurado que dio a este el Premio Nacional, se negó a firmar el acta; al mismo galardón obtenido en 2002 por Volodia Teitelboim lo llamó El Premio Nacional de la Política. Durante sus últimos años padeció arteritis temporal. Vivía con su esposa, Ximena Cortés, en La Reina. Falleció a los 86 años de edad debido a una insuficiencia respiratoria; fue sepultado en el Cementerio General de Santiago. Obras Poesía * La invitación al olvido, 1947; descargable desde el portal Memoria Chilena * Oda fúnebre, 1948 * Una nube, 1949 * El sur dormido, 1950 * Cantata del desterrado, 1951 * Solitario, mira hacia la ausencia, 1953 * Otro continente, 1957 * Quince poemas, 1969 * Destierros y tinieblas, 1963; descargable desde el portal Memoria Chilena * De la ausencia a la noche, antología que reúne los tres poemarios anteriores, 1965 * Resta poética, 1966 * Para un tiempo tan breve, 1970 * Antología de veinte años, 1972 * Noches, 1976 * Cantata del pan y la sangre, 1980, 1981, 1986 * Variaciones alemanas, 1986 * Variaciones sobre versos de Karol Wojtyla, 1987 * Monólogo en la Torre, 1989 * Siete canciones, 1989 * Tercera antología, Corregidor, Buenos Aires, 1991 * Fénix de madrugada, 1975-1992; descargable desde el portal Memoria Chilena * Antología cuarta, LOM, Santiago, 1996 * Poemas para nietos, 1996 * Para un tiempo tan breve, 1997 * Poesía y prosa, antología; prólogo, selección y notas de Andrés Morales, Editorial *Universitaria, Santiago 2000 * Jardín de relojes, 2002; descargable desde el portal Memoria Chilena * El café, 2004 Novelas * La otra orilla, 1964 * El Cristo hueco, 1969 * La disparatada vida de Félix Palissa, 1975 * El alfil negro, 1992, inédita Relatos * Mapas del otro mundo, 1977 * Las naranjas del silencio, 1987 Autobiografía * Los ángeles de la provincia, 1975 * ¿Quién soy?, 1976; descargable desde el portal Memoria Chilena Ensayos * Notas para la vieja y la nueva poesía chilena, 1958 * La extrañeza de ser americano, 1962 * Discurso de incorporación a la Academia Chilena de la Lengua, 1965 * El extraño caso de Gabriela Mistral, 1968 * Tres visiones de Carlos Droguett, 1971 * Alfonso Calderón o cuarenta años después', 1978 * Llaves para la poesía, 1984 * Algunos de mis fantasmas, 1985 * Algo acerca de la experiencia poética, 1988 * La crítica poética y el crítico único, 1988 * Exposición sobre un taller de poesía, 1988 * La fuente dividida de Gabriela Mistral, 1989 * El nombre perdido y buscado en América, 1989 * Cómo leer un poema, 1989 * Gabriela Mistral: seis o siete materias alucinadas, 1989 * Escribir como niño para niños, 1990 * De modo inseguro y problemático, 1990 * Los coléricos hijos de Dámaso Alonso, 1990 * Algunos aprendices de brujo, 1989 * Palabras en Alberti, 1991 Premios * Premio de la Alianza de Intelectuales 1949 * Premio de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción 1950 * Premio Municipal de Poesía de Santiago 1950 por El sur dormido (ex aequo con Claudio Solar) * Premio Alerce 1960 * Premio Municipal de Poesía de Santiago 1964 por Destierros y tinieblas * Premio Libro de Oro de Poesía 1977 * Premio Municipal de Poesía de Santiago 1977 * Premio del Instituto Goethe de Santiago 1979 * Finalista del Premio Nacional de Novela 1992 de la Editorial Andrés Bello con El alfil negro * Premio de poesía 1995 del Consejo Nacional del Libro y la Lectura por Fénix de madrugada * Premio Nacional de Literatura 1996 Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Miguel_Arteche

Ignacio Manuel Altamirano Basilio

Ignacio Manuel Altamirano (Tixtla, Guerrero, México, 1834 — San Remo, Italia, 1893) fue un escritor, periodista, maestro y político mexicano. Estudios y vida académica Nació en la población de Tixtla, Guerrero, en el seno de una familia de raza indígena pura, su padre tenía una posición de mando entre la etnia de los chontales. En el año de 1848 su padre fue nombrado alcalde de Tixtla y eso permitió al joven Ignacio Manuel, que a la sazón contaba con 14 años, la oportunidad de asistir a la escuela. Aprendió a leer y a escribir, así como aritmética en su ciudad natal. Realizó sus primeros estudios en la ciudad de Toluca, gracias a una beca que le fue otorgada por Ignacio Ramírez, de quien fue discípulo. Recibió cátedra en el Instituto Literario de Toluca. Cursó derecho en el Colegio de San Juan de Letrán. Perteneció a asociaciones académicas y literarias como el Conservatorio Dramático Mexicano, la Sociedad Nezahualcóyotl, la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, el Liceo Hidalgo y el Club Álvarez. Vida política Gran defensor del liberalismo, tomó parte en la revolución de Ayutla en 1854 contra el santanismo, más tarde en la guerra de Reforma y combatió contra la invasión francesa. Después de este periodo de conflictos militares, Altamirano se dedicó a la docencia, trabajando como maestro en la Escuela Nacional Preparatoria, en la de Escuela Superior de Comercio y Administración y en la Escuela Nacional de Maestros; también trabajó en la prensa, en donde junto con Guillermo Prieto e Ignacio Ramírez fundó el Correo de México y con Gonzalo Esteva la revista literaria El Renacimiento, en la que colaboran escritores de todas las tendencias literarias, cuyo objetivo era hacer resurgir las letras mexicanas. Fundó varios periódicos y revistas como: El Correo de México, El Renacimiento, El Federalista, La Tribuna y La República. En la actividad pública, se desempeñó como diputado en el Congreso de la Unión en tres períodos, durante los cuales abogó por la instrucción primaria gratuita, laica y obligatoria. Fue también procurador General de la República, fiscal, magistrado y presidente de la Suprema Corte, así como oficial mayor del Ministerio de Fomento. También trabajó en el servicio diplomático mexicano, desempeñándose como cónsul en Barcelona y París. Otras actividades Abogó y sentó las bases de la instrucción primaria gratuita, laica y obligatoria a partir del 5 de febrero de 1882. Fundó el Liceo de Puebla y la Escuela Normal de Profesores de México; y para el mundo en general, escribió varios libros de gran éxito en su época, al cultivar diferentes estilos y géneros literarios. Sus estudios críticos se publicaron en revistas literarias de México. Existe una recopilación de los discursos de Ignacio Manuel Altamirano. Amó las leyendas, las costumbres y las descripciones de paisajes de México. En 1867, comenzó a destacar por lo magistral de su obra, orientó su literatura hacia la afirmación de los valores nacionales, y destacó también como historiador literario y crítico, que fue el abanderado de varias generaciones. Murió en Italia en 1893, en una misión diplomática. Con motivo del centenario de su natalicio, sus cenizas fueron depositadas en la Rotonda de las Personas Ilustres en la Ciudad de México.1 Se creó la medalla "Ignacio Manuel Altamirano" con la finalidad de premiar los 50 años de labor docente. Obras Escribió varios libros de gran éxito en su época, cultivó el cuento y el relato, la crítica y la historia; el ensayo y la crónica, la biografía y los estudios bibliográficos, la poesía y la novela. Su obras literarias retratan la sociedad mexicana de época, entre las más destacadas se encuentran: * Rimas (1880) * Clemencia (1869) * El Zarco (póstuma) * Antonia y Beatriz * Atenea * Cuentos de invierno (1880) * La Navidad en las montañas (1871) * Paisajes y leyendas, tradiciones y costumbres de México (1886) * Crónicas de la semana (1869) * La literatura nacional (1849) * Obras (1899) * Obras literarias completas (1859) * Obras completas (1886) Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Ignacio_Manuel_Altamirano

Juan Almeida

Juan Almeida Bosque (La Habana, Cuba, 17 de febrero de 1927 – La Habana, 11 de septiembre de 2009 ) fue un político, militar y compositor cubano. Juan Almeida está considerado como la tercera figura más relevante del poder cubano después de Fidel Castro y su hermano Raúl Castro. Integrante de la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista comenzó su actividad revolucionaria en 1952 participando en el asalto al cuartel Moncada en 1953. Destacó en las luchas revolucionarias después del desembarco del Granma destacando en ellas. Después del triunfo de la Revolución el 1 de enero de 1959, Almeida tuvo numerosas responsabilidades. Formó parte del Buró Político del Comité Central del Partido desde su fundación en 1965 siendo ratificado en todos los congresos. Fue elegido diputado para la Asamblea Nacional y Vicepresidente del Consejo de Estado, desde la primera legislatura del Parlamento cubano del nuevo periodo que se abrió tras el primero de enero de 1959. Fue comandante de la Revolución y presidente de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana. En su faceta de compositor y escritor realizó más de 300 canciones y una docena de libros. Labor revolucionaria inicial Participó en la lucha por el golpe de estado del 10 de marzo de 1952 donde conoció a Fidel Castro, al cual sigue posteriormente en el asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953. Es condenado a prisión a consecuencia de este asalto por un período de 10 años; en 1955 fue amnistiado junto a sus compañeros. Expedicionario del yate Granma en 1956. El 27 de febrero de 1958 fue ascendido a Comandante del Ejército Rebelde y pasó a dirigir la columna Santiago de Cuba. Del III Frente Oriental hacia el Triunfo de la Revolución Fue uno de los Comandantes del Ejército Rebelde durante la lucha en la Sierra Maestra En marzo de ese mismo año dirigió III Frente Oriental Dr. Mario Muñoz Monroy, el cual inicialmente adopta el nombre de III Frente de Operaciones en la Sierra Maestra. Tras el triunfo de la revolución (1959) pasó a ocupar cargos en las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). Figura política en el gobierno revolucionario El 29 de marzo de 1962, Juan Almeida participa como Vocal del Tribunal Revolucionario presidido por el comandante Augusto Martínez Sánchez que se encargó de enjuiciar en juicio sumarísimo a los participantes de la Invasión de Bahía de Cochinos el 17 de abril de 1961. Este tribunal lo integraban además los comandantes Guillermo García Frías, Sergio del Valle y Manuel Piñeiro. Fue elegido miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y de su Buró Político en octubre de 1965. Es diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular desde la primera legislatura y Vicepresidente del Consejo de Estado de Cuba. Presidente de la Asociación de Combatientes de la República de Cuba. Junto a sus responsabilidad como presidente de la dirección nacional de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC). La ACRC es la organización que rige el trabajo de los veteranos de las guerras y de los militares de avanzada edad que se comprometen con los principios del Estado cubano. Trayectoria artística Su legado va más allá de la lucha revolucionaria pues incursionó en el arte como escritor y como compositor musical. Además compuso más de trescientas canciones de las cuales se han hecho varias producciones discográficas, dos de sus canciones más populares son La Lupe y Dame un traguito. Fallecimiento. El día 11 de septiembre de 2009 a las 23:30, hora cubana, falleció debido a un paro cardiorrespiratorio a la edad de 82 años. Sus restos mortales fueron sepultados en el mausoleo del III Frente Oriental, en Santiago, junto a otros combatientes de la Revolución Cubana. Condecoraciones recibidas * Título Honorífico de Héroe de la República de Cuba. * Orden Máximo Gómez de primer grado (otorgada el 27 de febrero de 1998, en ocasión del aniversario 40 de su ascenso a Comandante en la Sierra Maestra). Obras * Presidio * Exilio * Desembarco * La Sierra * Por las faldas del Turquino * Contra el Agua y el Viento, Premio Casa de las Américas (1985) * La Única Ciudadana * El General en Jefe Máximo Gómez * ¡Atención! ¡Recuento! * La Sierra Maestra y más Allá * Algo nuevo en el desierto * La Aurora de los héroes Referencias Wikipedia-http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Almeida_Bosque

Claudio de Alas

1886-1919 Claudio de Alas: la verdadera historia del último y único poeta maldito colombiano Por Francis Oliverio Recúpero “Aunque pueda parecer una paradoja (y las paradojas siempre son peligrosas), no por eso es menos cierto que la vida imita al arte mucho más de lo que el arte imita a la vida”—Oscar Wilde, “La decadencia de la mentira” Por esos pequeños milagros que la vida a veces nos regala, llegó a mis manos un libro llamado “El Cansancio de Claudio de Alas” Con suma atención me puse a leer sus poesías, y quedé subyugado, maravillado con este poeta colombiano que escribió, hace cien años, versos como éstos: “Con la santa impudicia de una estatua desnuda este Libro sonoro, doy al vértigo humano: fue sentido en la Muerte, el Pecado y la Duda y con sangre del alma, lo escribí con mi mano” ¿Quién fue Claudio de Alas? Juan José de Soiza Reilly, compilador testamentario de Jorge Escobar Uribe –tal era el nombre verdadero de de Alas- nos cuenta que el poeta nació a fines del siglo dieciocho en el seno de una familia de la élite colombiana; de adolescente se hizo revolucionario y luego de pelear en guerras civiles abandonó su patria, viviendo en Ecuador, Perú y Chile. Fue en este último país donde alcanzó la fama en los Juegos Florales que ganó Gabriela Mistral con los "Sonetos de la muerte" en 1914, donde obtuvo una mención con un "Salmo de amor" en castellano medieval. Pero él pensaba que “triunfar en Buenos Aires era la gloria más hermosa a que puede aspirar un poeta”, y vino. “No leáis este libro! –que es satánico y triste- ¡No leáis este Libro! Que el infierno en él zumba- No leáis este libro –que lloró lo que existe-“ Sin embargo, cuando el compilador conoció al poeta y éste le contó su deseo de triunfar en estas tierras, le advirtió: —Vea amigo, si usted quiere triunfar, váyase hoy mismo. Huya. Vuele. Aquí nadie triunfa. Aquí sobrevivimos. Nada más. No le hizo caso nuestro poeta y se dedicó al ejercicio del periodismo con discreto éxito. Un pintor inglés lo alojó en su casona de Bánfield “hasta que encuentres quien te pague mejor” Allí escribía, leía y traducía a su querido Oscar Wilde, y siempre lo acompañaba un viejo perro que vivía con el pintor. El 5 de marzo de 1918 de Alas se suicidó en la casa de su amigo. Nos cuenta su compilador: “Los 32 años de edad que tenía le pesaban como si hubiera vivido siempre en la opulencia…Atardecía…Encerróse en su habitación. Lloró sobre estos pobres papeles floridos de versos y escribió tres cartas” Una fue para su hermano, otra para el pintor que lo hospedaba y la última para un amigo a quien le cuenta ese “dolor enorme de sentirse solo ante la vida implacablemente hostil” Como cumpliendo un extraño pacto de amistad, primero mató al viejo perro que lo había adoptado. Y el segundo balazo fue para él mismo. En voz baja Qué garra de tristeza, la que a mi Ser tortura, Al verme cual un paria de todos olvidado… Sin unos dulces ojos que miren mi amargura, Ni besos que reanimen mi espíritu cansado. La noche me hace muecas como de sepultura, Cuando me rindo al duelo del hogar alquidado: Todo es allí egoísta y encierra la pavura De lo que no nos ama, ni que nos es amado. No encontrar unos brazos de mujer, que me ciñan, Ni una boca de fiebre, ni unas divinas ancas… No escuchar esas frases que arrullen o que riñan!... ¡Oh,Corazón, detente! Porque al latir arrancas Los hierros del suplicio, que anhelo te constriñan, Para que no solloces ante unas manos blancas. Cuando todos pensaban que se había matado por no triunfar en Buenos Aires, su amigo pintor echó luz sobre el final de de Alas: “¿Sabe usted por qué se mató Claudio?...porque sabía mucho….Se mató porque su cerebro había profundizado la vida y poseía tan hondos conocimientos psicológicos, que se aislaba de la multitud para no hacer notar su diferencia de estatura…Vivía con los libros. Como Oscar Wilde, Claudio no había nacido para las reglas. Había nacido para las excepciones…” Callada y sigilosamente me asesina La espantable seguridad De que yo seré un loco…! En el terror de mi espíritu camina Y la Sombra y la Muerte en mí convoco… La noche me da miedo…Su soledad Alza mil garras que me estrechan… Por qué me gusta de Alas * Porque vivió y murió como un auténtico poeta maldito * Porque le gustaba comer, beber y el sexo en una época en que pecado y placer parecían sinónimos ("lo que es interesante no es nunca correcto" * Porque escribió sobre temas escabrosos, desagradables cumpliendo la máxima baudeleriana de “no confundir las buenas costumbres con el arte” * Porque era moreno * Porque poca gente lo recuerda (ni siquiera Wikipedia) * Porque era colombiano * Porque el municipio de Lomas de Zamora (donde quedaba la casa del pintor) decidió homenajearlo poniendo su nombre a una calle oscura y peligrosa como él, detalle que hubiera sido genial de conocer los homenajeadores algo de la vida y la muerte del poeta, en lugar de dedicarle la única callejuela disponible... * Porque nosotros también hemos sentido ese “dolor enorme de sentirse solo ante la vida implacablemente hostil” * ¡Porque mezclaba el sexo y el amor con la religión!: Una historia terrible Sor Lyrio era una monja de lánguida mirada con formas pubescentes y una blancura astral: Sor Lyrio dirigía, piadosa y resignada, la "Sala de San Bruno" en un viejo hospital… Su blanca mano suave, era solicitada por todos los enfermos, para aliviar su mal... porque Sor Lyrio era, como una iluminada, que retrataba el cielo en su carita oval. Su historia, era una historia de todos ignorada: pero las malas lenguas corrian el rumor… de que estaba entre monjas por cuitas de amor. Sor Lyrio de esas cosas no dijo nunca nada; pero amorosa historia tenía Ella guardada, pues al oír los dichos, prendíase en rubor. II Y sucedió que un día -enfermo y macilento- a la “Sala San Bruno” un buen poeta entró: y era joven, tan dulce, lleno de sentimiento, que a la santa Sor Lyrio el alma cautivó... Después de algunos días tuvo el presentimiento de algo inmotivado, que la ruborizó; pero a pesar de todo, con cariñoso tiento, como a ningún enfermo, Sor Lyrio lo cuidó. Tan milagrosas fueron sus manos de alabastros; tanto su santa boca a Dios lo encomendó, que prodigiosamente el bardo mejoró. Pero las malas lenguas, que siempre buscan rastros, murmuran que Sor Lyrio, en una noche de astros, por su piedad vencida, con el poeta huyó... Anatema Las monjas desde entonces, refiere el pecado diciendo que el poeta era un endemoniado... ¡Embajador del Diablo! ¡Espíritu del mal! Y agregan que Sor Lyrio se encuentra condenada... ¡Pero en la faz de todas surge una llamarada si algún poeta enfermo penetra al hospital. * Porque algunas de sus pinturas parecen tangos brutales: Carne viva Es bella, es rubia, es turbadora, es alta: Bebe champagne y fuma cigarrillos; Y si del mórbido automóvil salta, La pantorrilla ostenta y sus anillos. Al hablar del amor, vibra y se exalta; Cual si esgrimiera lúbricos cuchillos; Y es su marido un hombre que resalta Entre los viejos castos y sencillos… Al casarse con él, era una llama, Que encendida con vicios solitarios, Hizo del goce turbulento drama… Y, hoy van unidos: como dos calvarios: Él un buey manso, que el placer no ama, Y ella, a su diestra, sin amor ni ovarios… * Porque Buenos Aires lo mató (conmigo no pudo, antes me refugié en Misiones) * Porque no sé si tiene una tumba visitable. * Por todo eso yo, Francis Oliverio Recúpero, el último poeta maldito y único argentino, he tenido el honor de presentarles a un grande verdadero y olvidado: Claudio de Alas. Referencias http://francisoliveriorecupero.blogspot.com.es/2009/12/claudio-de-alas-la-verdadera-historia.html

Ismael Enrique Arciniegas

Ismael Enrique Arciniegas (Curití, Santander, 2 de enero de 1865 - Bogotá, 23 de enero de 1938) poeta colombiano cuyo estilo se encuentra en la transición del romanticismo al modernismo. Está considerado como el precursor del florecimiento intelectual santandereano. En su juventud Arciniegas inició, sin terminarlos, estudios de Humanidades en Duitama y de Jurisprudencia en la Universidad Católica en Bogotá. Creyendo que su vocación sería la del sacerdocio, ingresó en el Seminario Conciliar de Bogotá, que también abandonó; pero allí fue alumno de José Joaquín Ortiz, escritor, quien tuvo una gran influencia en su carrera literaria. En Bucaramanga comenzó a ejercer el periodismo, profesión que mantuvo el resto de su vida. En 1887 fundó El Impulso; posteriormente dirigió La República y El Eco de Santander. Desde este último periódico se posicionó políticamente al defender la candidatura de Miguel Antonio Caro, contra el general Marceliano Vélez. Participó en la guerra civil de 1895, donde alcanzó el grado de coronel. Acabada la guerra, inició la carrera diplomática, siendo destinado a Caracas. Llegó a ser ministro plenipotenciario en Chile (1903) y en Ecuador (1930); Siendo tambien Ministro Plenipotenciario en París (1918 y 1926) y Panamá (1936). Asi mismo ocupo la cartera de correos y telegrafos en la administracion de Miguel Abadia Mendez. Arciniegas contrajo matrimonio con Victoria Schlessinger Cordovez, con quien tuvo dos hijos, Roberto y Beatriz. En 1904, Arciniegas adquirió el periódico El Nuevo Tiempo, donde desarrolló una labor periodística muy importante que se extendió, a lo largo de casi tres décadas, hasta finales de 1930. El periódico, cuya ideología era conservadora, alcanzó una enorme influencia en la política. La defensa de causa aliada en la primera guerra mundial, le valieron a Arciniegas condecoraciones, como la Legion de Honor en grado de Gran Oficial; la Orden del Imperio Britanico en grado de Comandante; La Orden de la Corona de Belgica en grado de Gran Oficial. Actividad y obra literaria Ismael Enrique Arciniegas es especialmente reconocido por su obra poética, centrada en temas como la naturaleza y el amor. Arciniegas perteneció a la escuela romántica, con importantes influjos del modernismo, hacia el que tiende. Comenzó a escribir en el seminario y pronto se hizo famoso gracias a composiciones como En Colonia, Inmortalidad, o A solas. Entre las obras que publicó cabe mencionar Cien poesías (1911), Traducciones poéticas (1926) y Antología poética (1932). En prosa publicó Paliques. También se destacó por su faceta como traductor, a la que dedicó gran parte de su actividad literaria. Cabe destacar sus versiones de los poemas Horacio y [[Hered y el Tu y Yo de Paul Gerarldi. Referencias Wikipedia – http://es.wikipedia.org/wiki/Ismael_Enrique_Arciniegas

Rafael Alcides

Rafael Alcides Pérez fue un escritor cubano que se dio a conocer tras el triunfo de la revolución cubana. Su obra es fundamentalmente poética, aunque ha incursionado en la narrativa. Síntesis biográfica Nació en Bayamo, en el oriente de Cuba, el 9 de junio de 1933. Cursó la primera enseñanza en su ciudad natal y el bachillerato en el Instituto de Segunda Enseñanza de Holguín y en las Escuelas Pías de La Habana (1946-1949). Realizó estudios de química industrial en la Escuela de Artes y Oficios de La Habana (1950). Viajó a México (1955), Estados Unidos (1956 y 1959), Argentina, Chile, Uruguay y Venezuela (1961). Fue productor, director y escritor de radio; durante varios años dio a conocer a los poetas cubanos a través del programa «En su lugar la poesía». Colaborador de Unión, Casa de las Américas y La Gaceta de Cuba. En 1965 obtuvo mención en el Concurso Casa de las Américas por su novela Contracastro. Sobre su obra poética Este autor ha ejercido el Coloquialismo, al que añade una peculiar manera expresiva entre emotiva y elegíaca. Se ha mantenido fiel a esta línea, incursionando en temas sobre todo autobiográficos. A veces gusta de la poesía ingeniosa, como en "La doble imagen", "La cita del señor" o "La nariz", pero su tono central está en "Agradecido como un perro", en el que lo emotivo, sentimental, trae reminiscencia del neorromanticismo. Alcides tiene un trasfondo afín con la expresión de tragedias familiares o sociales, como testimonian sus poemas "La bayamesa desconocida" y "La liquidación del siglo", respectivamente. Según el escritor cubano Virgilio López Lemus: "Cuando en 1983 publicó Agradecido como un perro, arribaba a los cincuenta años de edad, y se convertía en poeta de referencia para las generaciones nacidas entre 1946 y 1970. Su poema homónimo resulta una obra de arte de la palabra conversacional, propio de la línea emotivo-especulativa o emocional y meditativa que él arropó dentro de la corriente poética comandada por su generación, el coloquialismo. «Agradecido como un perro» es un poema largo e intenso en el que aparece el sujeto lírico en actitud confesional y a la vez testimoniante, donde incluye la vida social y el curso temporal hogareño, el amor y la amistad (¿o son una las dos?), y sobre todo la calidez de un hombre que se expresa con la piel abierta al mundo, aunque reciba heridas o caricias. Caricias, bueno: eso es lo que desea hacer el poema: acariciar, agradecer, loar al mundo circundante, pase de revista personal con implicaciones colectivas, que consiste en una aventura: la de la expresión libre y honda y sincera del ser, sin juegos sensibleros ni concesiones a la amargura que la vida puede dejarnos al paso.” Referencias Ecured.cu—www.ecured.cu/Rafael_Alcides_Pérez

Juan de Arguijo

Juan de Arguijo (Sevilla, 1567 - ibíd. 1623), poeta y músico español perteneciente al Siglo de Oro en la corriente estética barroca. Hijo de familia acaudalada y caballero veinticuatro de su ciudad natal, fue nombrado procurador en las Cortes convocadas por Felipe III en 1598. Era además músico y diestro tañedor de vihuela, y se distinguió como mecenas de artistas y escritores. En su tertulia solía leer cuentos, que recogió el poeta sevillano Antonio Ortiz Melgarejo y editó Antonio Paz y Meliá en uno de los volúmenes de Sales españolas o agudezas del ingenio nacional (1902). En estas liberalidades y por su afición a la buena y disipada vida dilapidó bastante su patrimonio familiar y hubo de padecer bastantes estrecheces económicas en su vejez. En sus poemas suele aparecer bajo el sobrenombre poético de Arcicio. Reaccionó contra el culteranismo que sedujo a la mayoría de sus contemporáneos, pertenecientes también a la escuela sevillana, oponiendo a dicha estética el clasicismo y la erudición arqueológica, por lo que su poesía aparece a los criterios actuales demasiado culta y fría, si bien goza de una gran perfección formal y equlibrio, que lucen su virtud en sonetos perfectos como La constancia. En efecto, fue un gran sonetista, sobre todo sobre temas mitológicos, que eran los que prefería, aunque también compuso sonetos de tema moral como el anterior e históricos con el habitual desengaño y melancolía saturniana de los barrocos: A Baco, A Rómulo, A Troya, A Lucrecia, A Casandra, A Julio César, etc. Escribió cartas de gran valor literario y fue amigo y el mecenas sevillano de Lope de Vega, quien le dedicó sus Rimas y le imitó en algunos de los sonetos que contiene este libro de tema mitológico, histórico y grecolatino. De inspiración fundamentalmente clásica, académica y formal, seguidora del arte frente a la espontaneidad, pertenece a ese grupo de melancólicos poetas sevillanos que cantan a las ruinas, como Rodrigo Caro, que fue discípulo suyo. El equilibrio, la perfección formal, la temática clásica y la estética de Arguijo le constituyeron en el siglo XVIII como uno de los modelos de la literatura del Neoclasicismo junto a los escritores renacentistas del siglo XVI. Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_de_Arguijo




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