#EscritoresAndaluces #EscritoresEspañoles #Generación27
Fue cuando la flor del vino se mor… y dijeron que el mar la salvaría d… Aquel día bajé a tientas a tu alma… y comprobé que un alma oculta frío… y que más de una ventana puede abr…
Cuando para mí eran los trigos viv… y la escarcha los lloros helados d… alguien me enyesó el pecho y la so… traicionándome. Ese minuto fue el de las balas per…
«Javier inició el paso. De su tiendecilla de pino cogió un racimo de uvas de la cena y, comiéndoselo, siguió andando entre los troncos. El bosque se había llenado de gente: refugiados d...
Verás entre meadas y meadas, más meadas de todas las larguras: unas de perros, otras son de curas y otra quizá de monjas disfrazadas… Las verás lentas o precipitadas,
Buscaba tus colinas por el cielo, alta Altair, mas no las encontraba… tu insomne golondrina, que soñaba, fuego en la noche, abierta a mi de… Oh, qué vertiginoso desconsuelo
¡Jee, compañero, jee, jee! ¡Un toro azul por el agua! ¡Ya apenas si se le ve! —¿Quééé? —¡Un toro por el mar, jee!
«XI. Desde la ventana de nuestro cuarto, en el hotel Novo Moskovskaia, miro su capital, Moscú, partida por el río Moscova, casi helado, arrastrando grandes manchas de grasa de las fábri...
Hombres de mar, eterno buscador que nunca encuentr… en el horizonte azulado del cielo… eternas despedidas, regresar quizá… partes siempre mirando el horizont…
Es más, estáis de acuerdo con los asesinos… con los jueces, con los legajos turbios de los min… con esa bala que de pronto puede h…
Y fui derrotada yo, sin violencia con miel y palabras Y, sola, en provincias de arena y de viento
Venis desde muy lejos mas esta lej… que es para vuestra sangre que can… La necesaria muerte os nombra cada… no importa en que ciudades, campos… De este pais, del otro, del grande…
Sí, sí, es verdad, es la única ver… ojos entreabiertos, luz nacida, pensamiento o sollozo, clave o alm… este velar, este aprender la dicha… este saber que el día no es espina…
No los creáis, cubría su rostro la misma máscara. La lealtad en la boca, pero en la mano una bala. Al fin, los mismos en Chile
Ninguno comprendíamos el secreto n… ni por qué la esfera armilar se ex… Sólo sabíamos que una circunferenc… y que un eclipse de luna equivoca… y adelanta el reloj de los pájaros…
Entraña de estos cantares: ¡Sangre de mi corazón, tarumba por ver los mares! El mar. La mar. El mar. ¡Sólo el mar!