Haiku 23
Mayo /06/2016
#Haiku
Mi querida maestra: Eras una y única nuestra, latía en nuestro corazón, la fe de volverte a ver, sin nosotras poder saber,
Los dos jamás podrán brillar unidos. El sol no sabe que para que haya luna, debe irse con la noche.
El dolor es inevitable, pero, ¿y el sufrimiento? ¿Debemos aprender a convivir con él?
Esa codicia... hace que cualquier reto sea pequeño.
Grabo el instante, es el reto a seguir, y... llegas tú.
Lo irrealizable, lo imaginario o lo fantástico, es una posible utopía. Para mí,
Marqué en la arena los instantes vividos con añoranza. Y fue el viento travieso quien guardó mis memorias.
¡Qué solitarias emergen las espigas de entre las ramas! Entre nubes, sus largos tallos al sol invocan.
Y esa hoja verde, solitaria y endeble, vaga en el agua.
¡En el silencio! siento el cálido arrullo de las palomas.
Hoy ¡al fin!, he secado una lágrim… “ la mía”
Habla el silencio; tala mi soledad, y... siento frío!
El silencio habla y también ensordece cual vulgar ruido. Podemos escucharlo si aprendemos a oír.
Entre las ramas, rosas blancas al viento. Luego, ¡el cielo!
La cigüeña se aferra a su alto nido y mira airosa. Son sus potentes alas amparo de su prole.