Haiku 37
11/05/2016
#Haiku
Y yo aún aquí, mientras canta la alondra y nace el día.
Su rostro pálido y curtido con profundas arrugas, endurecían su semblante, poniéndole una máscara a su realidad. Cada día, reunía los céntimos recaudados para tomarse un café en el bar ...
En aquella capilla medieval había un viejo sótano y ella, (una chica joven llena de curiosidad), no dudó en bajar la fría escalera hasta adentrarse en esa estancia lúgubre con olor a si...
En el silencio, mi oído siempre alerta, siente al fin... ¡paz!
Es como el tiempo, que plasmado en la piel, ¡se paraliza!
La margarita no perdona "al amor" ¡Por deshojarla!
El rayo abruma y al cesar la tormenta, ¡lloran los sauces!
¡Pobre Arlequín! lloran tus ojos… aunque en tu rostro exista la sonr… sólo es tuyo el lamento de la bris… que con amor y gran ternura vistes… ¡Tú, mi Arlequín! que escasamente…
Se hace tarde, muy tarde... y el viento sacude los laureles. Entre humos y sombras regresa la n… La casa duerme, y yo, desvelada, descanso mi frente en la barandill…
Un pensamiento sólido es poderoso si es coherente. Puede cambiar la historia y hasta nuestro destino.
El silencio, es ese telón "intangible" que se l… ¿Será así de simple...?
Ese sonido de las pisadas sobre las hojas secas. Esconde una sensible melodía que encanta.
En su alma simple, cuanta veracidad encierra un Haiku.
¡Mi padre amado! te recuerdo y te extraño con gran nostalgia. En tu última mirada, no pude estar contigo.
¡Brotes de amor! en esa rosa blanca, sobre mi pecho.