Haiku 38
11/07/2016
#Haiku
Para mí, “el paraíso” puede ser, simplemente, apoyar la cabeza
Amanda baila como las bellas aves que baten alas. Su ritmo es como viento incansable y tenaz.
¿Amor de madre? va en una dirección. ¡Hacia adelante!
Cae la gota sin saber su final. Turbio destino.
¡Dios! me arrepiento, a ellos pido perdón, Tú, ¿me ayudaste? Fui tan frágil, tan débil sobre todo, tan sola.
¡Brotes de amor! en esa rosa blanca, sobre mi pecho.
Hoy he caminado descalza sobre la hierba húmeda. Lo hice, cerrando los ojos,
El trueno ruge. Y allá en la oscuridad, aúlla el lobo.
Lástima siento, bella flor de un d… que irradias tanto encanto y lozan… naces hoy, pronto te verás marchit… vertiendo esa fragancia de Afrodit… Tan suave, bella y dulce como miel…
En soledad el eco del silencio anida en mí.
Últimamente, o quizás desde hace bastante tiempo, me imagino cosas un tanto extrañas. Por ejemplo pienso, que “al doblar una esquina” Es esa sensación de enfrentarme a lo desconocido de...
Soñaba con conocerles les sentía muy hermosos, con anhelo de tenerles entre mis brazos ansiosos. Mi vientre oscuro y silente
Siento tu risa como ese eco distante que se aleja en la frialdad de cada invierno. Y tu voz...
Por favor, ven y rompe este silencio que me ensordece.
¡Qué solitarias emergen las espigas de entre las ramas! Entre nubes, sus largos tallos al sol invocan.