Las hojas secas se pierden junto al viento; ¡Adiós otoño! Y pleno de aire gélido llega el cálido invierno.

¡Pasan los días! Lentos, implacables con esa letanía que se convierte

Para mí, “el paraíso” puede ser, simplemente, apoyar la cabeza

Por densa selva, vuela sobre su sombra, un colibrí.

Los sentía tan cerca, que sus corazones latían junto al mío y sus risas... sus risas

¡Qué no te mientan...! ¡Qué no todo son rosas! Tampoco espinas.

¿Noche de estrellas, luciérnagas y luna? ¡Todas me alumbran!

Abro mis ojos, miro el amanecer. Siento el aroma de la mañana y digo: ¡desperté!, soy feliz.

La vieja mecedora, languidece en u… “Todos la miran y nadie la ve” Ni siquiera con el aura de recuerd… Aquella vieja mecedora arropó a mu… Fue testigo y confidente de alegrí…

¡Ella no sabía! que esa frustración la llevaría consigo tanto tiempo. Una inesperada y dolorosa

Cuando dormimos, vuela nuestra conciencia, si...¡no hay insomnio!

Habla el silencio; tala mi soledad, y... siento frío!

Ese sonido de las pisadas sobre las hojas secas. Esconde una sensible melodía que encanta.

La rana duerme, tranquilidad nerviosa. ¡Puede saltar!

La margarita no perdona "al amor" ¡Por deshojarla!