¡Abrázame! y calla. No hables, solo...

Es como lluvia que cayéndonos sobre la piel no moja. Es negra oscuridad rebozante de luz.

Vuela aquella golondrina por los c… esperaba ansioso sus plegarias. La golondrina sin rendirse, vuela… El canto poco a poco se fue convir… Y el río... el río ya no podía llo…

Te di la vida y te amo como nadie. Quiero tenerte, saberte cada día, darte siempre mi abrazo.

Hoy siento como nunca la partida de los que ya no están. Son esos días extraños en que nota… que nos falta todo, en que nos cue… respirar, o simplemente se impone…

Su rostro pálido y curtido con profundas arrugas, endurecían su semblante, poniéndole una máscara a su realidad. Cada día, reunía los céntimos recaudados para tomarse un café en el bar ...

Ese viejo árbol que yace junto al río no puede erguirse. La corriente lo inclina pero a su raíz, ¡no!

Cuando me abrazas, la vida se detiene. Es el consuelo de unir nuestros latidos y entregarnos los dos.

Cuando el instante, la casualidad o el amor se acoplan; entonces, viviremos, entonces, ¡Naceremos!

¡Qué no te mientan...! ¡Qué no todo son rosas! Tampoco espinas.

Mi querida maestra: Eras una y única nuestra, latía en nuestro corazón, la fe de volverte a ver, sin nosotras poder saber,

Abren sus pétalos. esas flores tan tristes, "Si llora el cielo"

Ya sin aliento y al final del camino, ¡lluvia de abril!

Por favor, ven y rompe este silencio que me ensordece.

En mármol frío reposan estos versos. Dejad que el viento me lo cuente al entrar por la ventana.