Ese viejo árbol que yace junto al río no puede erguirse. La corriente lo inclina pero a su raíz, ¡no!

Fueron tus manos, incansables y férreas parando el tiempo. La Odisea de Ulises tu consuelo final.

Caracolillo, al verte desde lo alto, ¡cuan frágil eres!

Y esa hoja verde, solitaria y endeble, vaga en el agua.

Partiste en la madrugada de una extraña noche de verano, sin embargo, ese calor agobiante llegaba a mí colmado de frío, un frío de incertidumbre que me hacía temblar mientras te miraba....

La cigüeña se aferra a su alto nido y mira airosa. Son sus potentes alas amparo de su prole.

Todo segundo, es parte del pasado en cada instante.

La lluvia moja, cala el alma, la piel, turba mi mente. Siento el jugueteo húmedo que viene y va... y se seca.

¿Qué es preferible? ¿Soñar despiertos o soñar dormidos… Los sueños, dormidos o despiertos, no son más que... ¡Un hilo vivo de agua, detrás de u…

La calle está vacía. Es noche oscura, sin luna. Solo veo las luces

¡Linda es la vida! En un mundo de penas, siempre habrà flores.

El pajarillo, entona su tristeza. ¡Desde la jaula!

Ya sin aliento y al final del camino, ¡lluvia de abril!

¡Cuantas historias! Una mirada así, lo dice todo.

Grabo el instante, es el reto a seguir, y... llegas tú.