12/04/2017
#Tanka
El trueno ruge. Y allá en la oscuridad, aúlla el lobo.
Ya sin aliento y al final del camino, ¡lluvia de abril!
¿Noche de estrellas, luciérnagas y luna? ¡Todas me alumbran!
Te fuiste un día, y hoy, logro recordarte ¡al fin!...serena.
Croa la rana, salta al oscuro charco. Mira al nenúfar.
Mi querida maestra: Eras una y única nuestra, latía en nuestro corazón, la fe de volverte a ver, sin nosotras poder saber,
¡Brotes de amor! en esa rosa blanca, sobre mi pecho.
En mármol frío reposan estos versos. Dejad que el viento me lo cuente al entrar por la ventana.
Cuando yo sea niebla, polvo, o simplemente “nada”
La margarita no perdona "al amor" ¡Por deshojarla!
¡Qué no te mientan...! ¡Qué no todo son rosas! Tampoco espinas.
¡Abrázame! y calla. No hables, solo...
Canta el Jilguero en su vuelo ondulado. Son sus gorjeos tan dulces y animados que deleitan la vida.
Entre las ramas, rosas blancas al viento. Luego, ¡el cielo!
No soy perfecta, la perfección no es vida. Es obsesión, y eso, ya es un defecto. ¡Errar para vivir!