Caricamento in corso...

“Siempre el tiempo”

Estas reflexiones se las dedico al poeta Chandre que en su bello poema
"Viaje en el tiempo" me hizo meditar sobre este gran enigma.

¿Habéis pensado alguna vez
que cuando nacemos somos ricos?
 
La riqueza no se mide en dinero,
se mide en tiempo,
que es, el que en definitiva,
marca la existencia
como eje principal de la vida.
 
Es lo único que realmente nos pertenece,
incluso para aquellos que nada tienen.
 
El tiempo
no se palpa,
no tiene color,
no tiene voz,
ni tiene forma.
 
No sabemos de donde viene ni a donde va,
ni siquiera entendemos desde cuando existe.
 
Tiene memoria, guarda historias,
contiene logros, fracasos, protege, absorbe,
pero...
tampoco perdona.
 
Sus efectos dejan marcas en todo ser vivo
y en todo lo que nos rodea, huellas perpetuas
de todo tipo que mueren o renacen
en su constante ciclo.
 
Todo, absolutamente todo, lo controla el tiempo.
Debemos aprender a no perderlo y a obtener
lo bueno que también nos pudiese dar.
 
Aprovechándolo, estamos haciendo historia
y consolidando lo persistente o efímero
que pueda llegar a ser.
 
El tiempo sigue siempre su propio curso,
donde cada segundo transcurrido
forma ya parte del constante pasado,
sin embargo...
 
Al recordar, escribir un libro, grabar una canción,
hacer una película, pintar un cuadro, crear poesía,
hacemos que perdure lo que en vida
se marchita o perece, logrando detenerlo
o mejor aún, ¡inmortalizarlo!
 
Nos crea expectativas, remordimientos,
nos crea ansiedades, temores, añoranzas,
siendo algo muy común decir:
 
Si pudiera borrar el tiempo.
Si pudiera echar atrás el tiempo.
 
Su existencia se divide en tres partes:
pasado, presente y futuro.
 
¡No hay más!
 
y cada una de esas partes,
llenan por completo nuestras vivencias,
donde el ayer y el hoy,
nos encaminan al incierto mañana.
 
Entenderlo quita el aliento, quita el sueño,
siendo tan intangible como real.
 
Dijo Cervantes:
-No hay memoria que el tiempo no acabe,
ni dolor que el tiempo no consuma.
 
Es a mi entender, uno de los mayores enigmas que existen,
llegar a comprenderlo casi resulta imposible.
 
Pensemos que un beso furtivo, una caricia fugaz,
un abrazo clandestino
se pierden en la memoria,
se pierden en ese implacable tiempo
que se nos escurre
entre los dedos.
 
Y, ¿por què no?
Dominemos ese tiempo que se pierde en el olvido,
en un frío amanecer o en las hojas del otoño.
 
“Siempre el tiempo”
Nuestro mayor aliado y nuestro peor enemigo.
Así de simple.

09/26/2016

#Prosa

Piaciuto o affrontato da...
Altre opere di Ada Zoe...



Top