Haiku 46
Noviembre /04/2018
#Haiku
Es como el tiempo, que plasmado en la piel, ¡se paraliza!
Esas niñas mías que tanto amé. Esa entrega incondicional y transparente,
El miedo late, golpea por doquier, escuece y arde. Irrita los sentidos, desvanece la vida.
Los dos jamás podrán brillar unidos. El sol no sabe que para que haya luna, debe irse con la noche.
Cae la tarde y me sorprendo contemplando el ocaso del día, cuando una brisa fría y húmeda me estremece.
Mi querida maestra: Eras una y única nuestra, latía en nuestro corazón, la fe de volverte a ver, sin nosotras poder saber,
Acompañando al viento, la hoja seca se aleja en calma.
¿Qué es ese velo que oculta tantos… ¿Esa prenda llena de misterios que… ¿Es un manto sensual y transparent… formas, colores, rizos, canas, tristezas o alegrías?
Cuando el instante, la casualidad o el amor se acoplan; entonces, viviremos, entonces, ¡Naceremos!
Su rostro pálido y curtido con profundas arrugas, endurecían su semblante, poniéndole una máscara a su realidad. Cada día, reunía los céntimos recaudados para tomarse un café en el bar ...
Entre las nubes, cabalgo tan veloz, que aplasto al viento.
Se hace tarde, muy tarde... y el viento sacude los laureles. Entre humos y sombras regresa la n… La casa duerme, y yo, desvelada, descanso mi frente en la barandill…
Vuela como las golondrinas, vístete de mariposa, envuélvete en la brisa y ven a mí. Déjame ver tu
¿Habéis pensado alguna vez que cuando nacemos somos ricos? La riqueza no se mide en dinero, se mide en tiempo, que es, el que en definitiva,
En mármol frío reposan estos versos. Dejad que el viento me lo cuente al entrar por la ventana.