Asolado por negras panteras,
un valiente dibuja su destino.
Atraído como a un astro,
observa (impasible) la sombra de quien no es esquivo.
Acorralado, por una secta de inmortales
el perseguido se entrega a los pastos.
Apasionado, va el tigre hircano
escapando de la muerte y su melodía.