#EscritoresArgentinos
La que murió de su vestido azul es… Canta imbuida de muerte al sol de… Adentro de su canción hay un vesti… un caballo blanco, hay un corazón… con los ecos de los latidos de su…
Cuando me miras mis ojos son llaves, el muro tiene secretos, mi temor palabras, poemas. Sólo tú haces de mi memoria
Debajo de un árbol, frente a la casa, veíase una mesa y sentados a ella, la muerte y la niña tomaban el té. Una muñeca estaba sentada entre ellas, indeciblemente hermosa, y la muerte y ...
Este temporal a destiempo, estas r… de mis ojos, esta pequeña historia… se cierra como un abanico que abie… bella alucinada: la más desnuda de… silencio musical de los abrazos.
Un busto de Saturno se levantaba a la entrada del jardín. Las emisiones que de los agujeros faciales salían eran negras, pero tres sochantres reunidos a su alrededor las pintaban de roj...
Concierto de música religiosa del siglo xviii en el salón de actos del Colegio Felipe ii en El Escorial. Al sentarme me acometió una crisis de idiotismo retórico. Debo escuchar atentame...
El sol como un gran animal demasia… ayude. Nada más peligroso, cuando… Pero a mi noche no la mata ningún… ¿Tendré tiempo para hacerme una má… Me pruebo en el lenguaje en que co…
Estallará la isla del recuerdo. La vida será sólo un acto de cando… Prisión para los días sin retorno. Mañana
¿Y si nos vamos anticipando de sonrisa en sonrisa hasta la última esperanza? ¿Y qué? ¿Y qué me das a mí,
La mano de la enamorada del viento acaricia la cara del ausente. La alucinada con su «maleta de pie… huye de sí misma con un cuchillo e… La que fue devorada por el espejo
ya comprendo la verdad estalla en mis deseos y mis desdichas en mis desencuentros en mis desequilibrios
Se fuga la isla. Y la muchacha vuelve a escalar el… y a descubrir la muerte del pájaro… Ahora es el fuego sometido.
Barcos sobre el agua natal. Agua negra, animal de olvido. Agu… El misterio soleado de las voces e…
una flor no lejos de la noche mi cuerpo mudo se abre a la delicada urgencia del rocío
Llamé, llamé como la náufraga dich… a las olas verdugas que conocen el verdadero nombre de la muerte. He llamado al viento,