Fragmento de una noche de versos.
Le sembré mi boca en su cuello
y ella corrió a esconderse bajo la falda de Eva
ella me entregó su desnudez
y yo me entregué sin espacios en blanco
es decir, con todas mis letras
con tantas caricias cocidas a mi cuerpo
escribiendo a detalle todo mi amor
en la tibia noche de sus piernas.
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