Mientras te duermes arropada en las sedas de tu cama
A sueños sosegados e intranquilos entregada
Rezando o blasfemando (según las circunstancias), dulce dama
Intentas resolver el claro enigma, si existe o si no es nada,
Aquel onírico episodio que tu mente nocturna siempre trama.
Dialogas en tu sueño, nadie sabe qué dicen tú y tu almohada.
Es inútil, no intentes encontrar la solución. Sólo descansa.
Junto a ti en el buró, hay una rosa que te mira y calla;
En tu ventana, al Norte los astros improvisan en su danza
Según sus propias leyes, las fortuitas siluetas y se ensaya
Una figura caprichosa que no se mira nunca ni se alcanza.
Sé que jamás la has visto. El cielo de tu sueño hacia el Sur se halla.