Cargando...

EL DÍA QUE TROPECEMOS

Interrumpido en mi tarea de buscarte
estoy superviviendo,
gastando el tiempo en cosas productivas,
de esas que me hacen útil.
Hay que llenar las alacenas
de provisiones, el crudo invierno se aproxima;
la cigarra forzada a ser hormiga
(¡qué burdo plagio... qué lugar común!)
no deja de cantar, pero en voz baja.
 
¿Tú qué harás entretanto
en tu ignorado lugar envuelta en seda?
¿Me aguardas todavía?
O te cansaste de ser imaginada,
de jugar escondida soñando que te encuentro.
 
Úrgeme tu presencia
aunque nacimos separados, aunque no te conozco
llegar al tálamo sin ti
no es de Dios.
Después de un cruel horario
de sinsabores y de gestos fríos,
de fingidas sonrisas y fórmulas prefabricadas.
Sería bueno reñirnos un poquito
mientras se va gestando nuestra noche,
administrando el bello hogar rentado.
 
¡Qué ganas tengo de ser el causante
de tus disgustos!
El fiel depositario de tus frustraciones
jodiéndonos la vida mutuamente
igual que nuestros padres
siempre juntos.
Formando un almanaque de reproches
y secretos nuestros.
 
Pero ahora no hay tiempo de buscarte,
fotonovela pospuesta
para el día en que tropecemos
accidentalmente
en las encrucijadas de la vida
como suele ocurrir.
 
Paciencia,
una historieta no apta nos depara
el acaso,
será tan memorable en los archivos
de la nota roja
que no querrás fugarte
hasta la página treinta y dos
invicta ya, signada con la inmortalidad que otorga
la respetable maledicencia pública.

(2013)

¡Me muero de curiosidad por conocerte
mi futura heroína y homicida!

#Búsqueda #FelicidadFotonovela #NotaRoja #Trabajo

Preferido o celebrado por...
Otras obras de Alfredo Jiménez G....



Top