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EN BUSCA DEL LÍDER

Como lo hiciera Diógenes que fue en busca del hombre
con su linterna en mano, vagando por el mundo,
así un día me marché buscando sin más rumbo
a alguien de los que llaman como LÍDER por nombre.
 
Lo encontré, no sin muchas frustradas tentativas
laborando en la aurora que inunda la oficina,
sin dormir ni tres horas porque ya se avecina
el momento oportuno de dictar directivas.
 
Era un hombre común, mortal entre mortales;
mal mirado parece un adicto al trabajo.
Fue cálido el saludo, pero no se distrajo.
Algo lo distinguía de fulanos de tales.
 
Era un LÍDER, sin duda, más que por la apariencia
impecable por cierto. Generaba confianza
entre toda su gente, se notaba una alianza
tácita e irrompible, armónica en su esencia.
 
Marchaba todo en orden como un fiel engranaje
de todo un mecanismo preciso y ajustado.
—Me apena interrumpirlo –le dije–, aunque ocupado
no va a negarle al mundo su preciado mensaje.
 
“-No exagere –me dijo pero con tono amable–,
alguien entre nosotros debe tomar el mando,
por ahora estoy aquí, pero no sé hasta cuándo.
Soy sólo un individuo útil y reemplazable.
 
”Sólo somo humanos igual que en todas partes
pero en la historia ¿hay otros que hayan participado?,
humana aquí es la firma de un hecho consumado:
Construcciones o trenes o un hangar, bellas artes.
 
“Se lo diré en confianza, yo no soy el mejor.
Conozco a mis empleados, quizá por eso valgo
y sé de todos ellos quién sabe más de algo;
reconozco su empeño y él cumple su labor.
 
”Sé escucharlos a todos y conozco sus nombres,
no son activo fijo ni stock, no traen marbetes,
tienen sus sentimientos, sus corbatas y aretes
porque, lo habrá notado, son mujeres y hombres.
 
“Por ellos y con ellos piloteamos la nave,
no por cierto iba solo Nemo en su submarino.
Así que si hay momentos en que flaqueo y declino
ellos me resucitan como Fénix. el ave.
 
”Pero no han de saberlo aunque quizá lo intuyen,
no con decirle esto le confieso que miento
si no tengo entusiasmo, no sé cómo lo invento
porque sé que mis gestos y mis actos influyen.
 
“Ante los arduos tiempos de esta cruel inclemencia
el vértigo del cambio me hace actuar más creativo
con pensamiento fresco, mente abierta y activo
respeto a mis colegas como a mi competencia.
 
”Ya me voy, me requieren en la planta de abajo.
Sólo debo decirle que importa el buen humor,
la risa es necesaria tanto como el amor...
Y lo más importante: Pasión por su trabajo.”
 
Visité otros lugares y conocí a gerentes,
alcandes, empresarios, maestros, militares.
Son hombres y mujeres todos muy similares
porque sin darse cuenta son seres muy valientes.
 
Yo no sé si el errante Diógenes de Sinope
halló al hombre en algún momento de su viaje.
Conocí a más de un LÍDER con un solo pasaje
a pesar de lo escasos y de mi mirar miope.

En el destierro, Bilbao, 20 de noviembre de 2008.

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