Caricamento in corso...

EXPEDIENTE

Voz que era mía
tan melodiosa tan sensual apenas,
murmullo descarado
que no gusté como debiera;
que sublimado, aire al fin,
revoloteó un instante,
alborotó mi pelo
y se fugó en suspiro.
 
Eras dueña del mundo, eras
la constructora
de mitologías nocturnas que aterraban;
la que imponía sus feroces juegos
con las cruentas caricias otorgadas;
la entusiasta fabuladora
de mi oscuridad;
la charla misteriosa
en las inacabables madrugadas
revelándome sueños en voz alta.
 
Compartimos el pan, la sal.
Juntos despojamos la piel de la cebolla
y no llegamos a su centro jugoso, verdadero.
Nos pasamos la vida
perseverando en las sorpresas
−contiguos juguetones−
porque nuestra afición para el asombro
nos identificó desde un principio.
 
Fugándote en la noche
aprovechando mi sopor prendido
a tu cálido arrullo,
no sé si te volviste para verme
en el primer instante de mi desolación.
Dormido.
Ignoro si al entrar al ancho mundo
de tu vida sin mi
tiraste la añoranza en la basura
junto con otras accesorias cosas
que eran lastre
para ganar altura.
 
Deliberada borraste tus huellas
para que no infiriera coordenadas,
caminos que conduzcan
a la prohibida torre donde mora
tu espíritu fugaz
tan sempiterno.
 
El lúdico pasado común,
nuestras castañas,
monedas de cambio por caricias,
fichas para la oca
quedaron en depósito, las arcas
se han sellado por siempre
allí también se guardan nuestros besos
continuamente hurtados.
 
La multitud de nombres
que te puse
están en tu expediente.
Tan solo para efectos de consulta futura
queda el de “Mi Lejana”.
Piaciuto o affrontato da...
Altre opere di Alfredo Jiménez G....



Top