Luz que se enciende gradualmente, a solas
desde la infancia, saber que estar vivo
tiene su extraño, insondable motivo;
llegan las dudas, incesantes olas.
Tantas preguntas como bataholas
al ser humano tornan pensativo
¿De dónde viene, si es un fugitivo
y en esa huída perdió sus aureolas?
El hombre crece, madura la duda;
escarba y mide por si algunas huellas
le dan la pista, una respuesta aguda.
Pero es inútil no hay a sus querellas
contestación, pues la verdad es muda.
La solución se encuentra en las estrellas.