Miro el amor reinar por todos lados
impúdicas las flores, con donaire
exhiben genitales cara al aire
y aguardan a otra flor con desenfados.
Del agua, de la tierra y los alados
animalillos del Señor, su “affaire”
buscan sin resignarse a algún desaire;
los mueve su ilusión de enamorados.
Me preocupa el candor de los infantes
pues cunde el impudor y así peligra
su casta situación. ¡Sed vigilantes
de cuanto a tiernas mentes se transmigra!
¡Censura hacia el amor y los amantes
y todo aquello que al pudor denigra!