Dicen que en la huerta de doña Luisa
las hortalizas mueren de risa,
porque el tomate se puso rojo
cuando la lechuga le guiñó el ojo.
Las zanahorias y las batatas
salen corriendo con cinco papas
a despertar a los rabanitos,
a las cebollas y zapallitos.
Doña Luisa está llegando
para mirar lo que está pasando.
—Miren muchachas qué descarada:
Doña lechuga en la palangana
quiere invitar a don tomate
a deslizarse. ¡Qué disparate!
¡Pero qué suerte que se mezclaron!
Cuando se vieron se enamoraron.
Con pan, aceite, pimienta y sal
una ensalada sensacional.
Por Alicia Ros