En un sublime, suspiro de nostalgia,
me recosté, en mí pasada infancia.
Y al recordar las veces que he amado,
tan solo tres, recuerdo en mi pasado.
Regocijé, soñando con tu canto,
y con tu amor, de haberme amado tanto.
Tu mano blanca y tierna me acaricia,
sintiendo el fresco, de aquella suave brisa.
Y recorriendo pasillos en mi mente,
a mi perro lo tengo muy presente,
aunque lo amé, de forma diferente,
en mi niñez, jamás estuvo ausente.
Quedé dormida, soñando en mis recuerdos,
y abrí mi puerta secreta, del hipocampo .
Y en los recuerdos guardados y ocultados,
vino tu imagen, de amores olvidados.
Me entrelazaban las feas pesadillas,
sentí morir, de pena por asfixia.
Al atraparme, el sueño tan profundo,
por elevarme a un raro misticismo,
me vi caer, al fondo de un abismo
y tu castigo seguía siendo el mismo.
Y desperté, ahogada en un llanto,
por recordar, de haber amado tanto.
Por Alicia Ros