(1912)
#EscritoresMexicanos 1912 25, Julio
quote|—¿Queréis que todo esto vuel… —¡Sí! —responden a coro. Also Sprach Zarathustra En todas las eternidades que a nuestro mundo precedieron,
A veces, en sueños, mi espíritu fi… escenas de vidas lejanas: yo fui un sátrapa egipcio de rostro de es… de mitra dorada, y en Menfis viví.
Todo en ella encantaba, todo en el… su mirada, su gesto, su sonrisa, s… El ingenio de Francia de su boca… Era llena de gracia, como el Avem… ¡Quien la vio, no la pudo ya jamás…
La santidad de la muerte llenó de paz tu semblante, y yo no puedo ya verte de mi memoria delante, sino en el sosiego inerte
Yo soñé con un beso, con un beso p… en la lívida boca del Señor solita… que desgarra sus carnes sobre el t… en el nicho más íntimo del vetusto… Cuando invaden las sombras el tran…
Como verte es el único ideal que p… sin vivir en mí estoy, y muriendo del ansia de reunirme c… cada día me digo: “¡Si pudiera ser hoy!”
Mi alma es una princesa en su torr… con cinco ventanitas para mirar la… Es una triste diosa que el cuerpo… Y tu alma, que desde antes de mori… es un ala magnífica, libre de toda…
Vivir sin tus caricias es mucho de… vivir sin tus palabras es mucha so… vivir sin tu amoroso mirar, ingenu… es mucha obscuridad...
Si tras el negro muro de granito de la muerte hay un mundo, un más… al cruzar el dintel del infinito mi pregunta primer, mi primer grit… ha de ser: “Y ella, y ella, ¿dónde…
Como duerme la chispa en el guijar… y la estatua en el barro, en ti duerme la divinidad. Tan sólo en un dolor constante y f… al choque, brota de la piedra iner…
Bardos de frente sombría y de perfil desprendido de alguna vieja medalla; los de la gran señoría, los de mirar distraído,
¿Por qué permaneciste siempre sord… ¡Dios sabe cuántas veces, con amor… te busqué en las tinieblas, sin po… Hoy —¡por fin!—te recobro: todo, p… cierto...
Sí, yo amaba lo azul con ardimient… las montañas excelsas, los sutiles crespones de zafir del firmamento, el piélago sin fin, cuyo lamento arrulló mis ensueños juveniles.
Bien sé que no puedes, pobrecita mía, venir a buscarme. ¡si pudieras, vendrías! Acaso te causan
Dios mío, yo te ofrezco mi dolor: ¡Es todo lo que puedo ya ofrecerte… Tú me diste un amor, un solo amor, ¡un gran amor! Me lo robó la muerte