Una luz a lo lejos y yo.
Antes de morir, deja que toque mi pluma
Es esta alma mía, que es más vieja que los amaneceres que chocan al Oeste.
Mis manos frías se aferraron al queroseno colgado en la repisa
Me hundo en un pasillo oscuro, buscando el silencio de la mañana
Buscando la profundidad de unos ojos que no he vuelto a ver, el vacío me provoca desayunar misantropía.
Se deforma un recuerdo en una sombra jadeante y moribunda.
Antes de morir, contaré otro ocaso y le daré la espalda en protesta de todo el tiempo perdido en el que se estrellaron los deseos a un palacio en ruinas
Antes de irme, te escribiré un poema en donde podamos encontrarnos en tiempo y espacio, donde no exista nada más.
Antes que se apague la luz de la sala debemos recorrer una melodía, tocarla con las manos desnudas y enseñarle el pecho al miedo, con los pies entre la tierra.
Antes de que todo acabe prometo ser quien fui, porque todos volvemos a ser quienes fuimos justo antes de morir.
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