#EscritoresVenezolanos
Una Pumé, la Hija de un Cacique… fue conmigo una noche, por las tie… verdes, que hacen un río de verdur… entre el azul del Arauca y el azul… Entre los gamelotes
La Parima es el sueño faraónico y la piedra de Moisés, el panal negro de la Hermana, que el Hermano Francisco no vino… Catedral del misterio, Sierra del…
En Angostura, el río se hace delgado y profundo como un… tiene la intensidad de una idea que le pone la arruga a la Piedra… En Angostura, el agua
He renunciado a ti. No era posibl… Fueron vapores de la fantasía; son ficciones que a veces dan a lo… una proximidad de lejanía. Yo me quedé mirando cómo el río se…
Vuelvo los ojos a mi propia histor… Sueños, más sueños y más sueños...… más gloria... odio... un ruiseñor… y asómbrame no ver en toda ella ni un rasgo, ni un esbozo, ni una…
Ya rindió una jornada la fiebre de… y aún están los leones de mi numen… los músculos alertas para nuevos z… y firmes los pulmones para nuevos…
La sombra de una duda sobre mí se… cuando llega el arrullo de tu voz… miedo de conocerte; pero en el mie… pasión, que me parece que ya te he… Yo adiviné el misterio cantor de t…
Tránsito de un retrato de novia Hoy no ha podido el techo quítame el sol, como todos los día… hoy no ha podido el techo quítame las estrellas, como todas…
La prueba, oh mi fuerte Orinoco, te filtró to… Tú mismo, desordenado, pródigo,
Es el Capitán del Río; viejo zorro dormilón, viejo Neptun… con ese dolor de eternidad de los que se salvaron del Diluvio En la playa candorosa
Cuando tú te quedes muda, cuando yo me quede ciego, nos quedarán las manos y el silencio. Cuando tú te pongas vieja,
Murió de nuevo un día... yo la ama… mas sin remedio se murió ese día..… —¡Vuelve, Rabino, vuelve!...– yo… pero el Rabino rubio no volvía. Pasó la niña veinte siglos muerta,
Alacrán de orilla. comadre de orillera, oculta, como una mala intención, enconosa, como una mala lengua. Quizá no entra al Río
Me muero por preguntarte si es igual o es diferente querer y amar, y si es cierto que yo te amo y tú me quieres. —Amar y querer se igualan
Al hombre mozo que te habló de amo… dijiste ayer, Florinda, que volvie… porque en las manos te sobraban fl… para reírte de la Primavera. Llegó el Otoño: cama y cobertores