Como una fragancia la duda,
envuelve,
sutil presencia,
a veces sensata
a alguna de mis certezas cede espacio,
ante mis convicciones se agazapa, astuta
y se reduce,
buscando las flaquezas se las ingenia,
estruja, permanece,
por instantes languidece,
como el viente pasa
y en aire vital aguarda,
respeta mis creencias y mi rezo,
y dentro de mi, imagina
siempre, como escenario
y espejo.