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Caja vacía.

En la caja de cemento
juegan dos niños sin piel y sin color.
Son como alas transparentes en el agua.
Creo que por eso no los alcanzaremos nunca.
 
Ellos ya no buscan ropa ni saben cómo llorar,
a veces nos odian en la ventana
y tienen encendedores en cada una de sus manos.
 
Yo te toco para aparecer un instante
“deberíamos irnos con ellos”
Te digo después de hacer el amor.
 
Allá nos odian
“¿No crees que nos lo merecemos?”  
Es la primera vez que te escucho hablar
 
La caja de cemento es eso,
un cuadrado chico
con algo de pintura y dibujos deformes en la pared.
Ahí armamos nuestros ojos
De ahí se fueron esos dos niños a jugar
 
Nos odian
Lo sabemos
Para qué seguir intentando las manos vacías.
Por eso hablamos despacio,
Vamos convirtiendo las despedidas en cadenas de papeles
 
“te dije que deberíamos habernos ido”
Es el licor pienso, “es el invierno y sus ojos” me dices
 
No sabemos ser esos que no fuimos.
Los niños se fueron huyendo de nosotros
Quisieron golpearnos, y no me alcanzó mejilla para morir.
 
Se fueron despegando sus uñas de las paredes
Nos odian
Siempre nos odian, así no tengamos ya los mismos ojos
Ni sepamos qué decir sobre el invierno.
 
“Deberíamos habernos ido”
 
La caja se quedó vacía.

(2015)

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