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Delirio clandestino

Trilogía
Parte I - Confesión
Parte - II Carta de una mujer
Parte III - Delirio clandestino

Suena el móvil . 2:38 am.
Decidió vaciarse por dentro. Tal vez le inspiró confianza, o fue reciprocidad quizá.
Intercambiaron un breve, mas profundo epistolario. Poemas, declaraciones, fantasías inconfesables, situaciones prohibidas en esa madrugada fugaz. 5:06 am.
Eso que ella sentía y eso que él sentía vibró al unísono y
ya no se conformaron en contener muros incontenibles.
Se citaron,  para hablar. Hablar de sentimientos? Supongo... (Escasean esas conversaciones en estos tiempos sin tiempo, pero ahí están, intrínseco en el ser humano y a veces se encuentran dos almas locas que coinciden en un tema pasado de moda).
Llegó la hora convenida y hablaron? Sí, también... entre tanto... se devoraron vivos, exhaustos de carne, borrachos de amor. Sentidos colmados y nublados. Duelo entre felinos, con garras, caricias y miradas que atraviesan la materia.
Así pasaron tres días de éxtasis e insomnio.
Descubriéndose,
midiéndose,
memorizándose,
disfrutándose,
saboreándose mutuamente
y otra vez da capo al fin...
Sin pensar en el día siguiente, por temor al día siguiente, que también llegó...
Así, cada uno continuó con su vida, que nunca más sería la misma.
Él, se debate en la dialéctica de siempre, analizando el torrente de sentimientos contradictorios  que le inundan, incapaz de evaluar con nitidez el futuro, intentando dominar un ímpetu ingobernable, disimulando su delirio tras un "Hola".
Ella, fluye con la vida, sin expectativas, para dejarse sorprender y sentirse agradecida por ese mismo delirio de amor.

17-08-2018

#IiiRelatoParte

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