Latidos
Pasan los días, semanas y meses.
Pasa el año, caminando por más días, más semanas y más meses.
Sigue su latido enardecido en un tiempo estático que no se detiene.
Sigue su latido, mutilado, en los instantes de cordura.
Sobrevive la esperanza mustia, delegando una verdad, a la Magia del tiempo y sus deseos, agonizando,
aferrándose al mísero aire de sentidos que puede absorber a bocanadas, por un breve e invisible espacio,
para poder latir un poco más, una vez más,
tal vez una última vez más.
18/10/2019
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