¿A dónde vas sin mí?
¿A dónde vas sin mí?
¡Eso nunca, y nunca eso!
Si en tus ojos, el mundo se haya curado,
recorres bosques infinitos que beso,
mientras yo te sigo en un corcel airado.
Por favor dime ¿A dónde vas sin mí?
jugueteas corriendo, oigo tu voz susurrada
bajo las verdes sombras, veo tu tierna mirada
¿Por qué no te encuentro si a la sombra vencí?
Dame agua del manantial
donde te sumerges cada mañana,
y llévame a la cúspide de la montaña
donde el viento acaricia tu piel suave y diáfana.
Pues el amor de esa ventisca fresca y templada
que te cosquillea, mostrando al cielo tu sonrisa
que ilumina a las nubes, y te abraza la brisa,
te dice que has dejado mi alma salvada.
Vuelas ligera al universo,
que te ha pertenecido desde que respiras
el hálito de la vida, transformas en verso,
la mía acaricias, mientras me miras.
Déjame sostener esa dulzura
y colocarla en el faro de la libertad,
en donde siempre pueda soñarla
y vea mi reflejo con claridad.
Porque estando resplandeciendo en el cielo,
no importará que, con algún único camines
y que por aquel sendero de rosas –de la mano lo mires—
rosas rojas y espinadas, ¡oh dulce vuelo!
Yo desde la luna o el sol, te contemplaré,
por bosques y mares, sin ti yo no iré,
sabré con certeza con tan sólo mirarte
que no irás sin mí a ninguna parte…
(2014)
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