Recogido por Esteban Peicovich en su libro "Borges, el palabrista"
#EscritoresArgentinos
Villa Urquiza, hemos dialogado fi… y esta es la última vez que hacemo… Sé que para merecerte, debo ignora… para que estés en mi corazón, no d… ¡mi intimidad y mi silencio sean t…
El caso me lo refirieron en Texas, pero había acontecido en otro estado. Cuenta con un solo protagonista, salvo que en toda historia los protagonistas son miles, visibles e invisibles, ...
Desde uno de tus patios haber mira… las antiguas estrellas, desde el banco de la sombra haber mirado esas luces dispersas
De las generaciones de las rosas que en el fondo del tiempo se han… quiero que una se salve del olvido… una sin marca o signo entre las co… que fueron. El destino me depara
Temí que en Israel acecharía con dulzura insidiosa la nostalgia que las diásporas sec… acumularon como un triste tesoro en las ciudades del infiel, en las…
Las tardes que serán y las que han… son una sola, inconcebiblemente. Son un claro cristal, solo y dolie… inaccesible al tiempo y a su olvid… Son los espejos de esa tarde etern…
Ya cumplida la cifra de los pasos que te fue dado andar sobre la tie… digo que has muerto. Yo también he… Yo, que recuerdo la precisa noche el ignorado adiós, hoy me pregunto…
No son más silenciosos los espejos ni más furtiva el alba aventurera; eres, bajo la luna, esa pantera que nos es dado divisar de lejos. Por obra indescifrable de un decre…
Lo recuerdo (yo no tengo derecho a pronunciar ese verbo sagrado, sólo un hombre en la tierra tuvo derecho y ese hombre ha muerto) con una oscura pasionaria en la mano, viéndola como nad...
Las diversas y a veces contradictorias doctrinas que llevan el nombre de la cábala proceden de un concepto del todo ajeno a nuestra mente occidental, el de un libro sagrado. Se dirá que...
La noche es olorosa como un mate c… y es vagancia en las calles y vent… La tarde fue mi pena. La noche co… aduna la confianza de los patios a… Mis pasos haraganes comprenden bie…
Fría y tormentosa la noche que zar… Al doblar el Cerro, tiré desde la cubierta más alta una moneda que brilló y se anegó e… una cosa de luz que arrebataron el…
Carlos avanza entre su pueblo. Mi… a izquierda y a derecha. Ha rechaz… los brazos de la escolta. Liberado de la necesidad de la mentira, sabe que hoy va a la muerte, no al…
Hasta la hora del ocaso amarillo cuántas veces habré mirado al poderoso tigre de Bengala ir y venir por el predestinado cam… detrás de los barrotes de hierro,
Ahí está lo que fue: la terca espa… del sajón y su métrica de hierro, los mares y las islas del destierr… del hijo de Laertes, la dorada luna del persa y los sin fin jardi…