(A María Kodama)
#1976 #EscritoresArgentinos #LaMonedaDeHierro
Les tocó en suerte una época extra… El planeta había sido parcelado en… cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado sin duda heroico,
Ya puedes ver el trágico escenario y cada cosa en el lugar debido; la espada y la ceniza para Dido y la moneda para Belisario. ¿A qué sigues buscando en el brumo…
La idea de que uno va a desaparece…
En uno de los días de julio de 1952, el enlutado apareció en aquel pueblito del Chaco. Era alto, flaco, aindiado, con una cara inexpresiva de opa o de máscara; la gente lo trataba con d...
La trinchera avanzada es en la est… con gallardetes de hurras mediodías estallan en los ojos Bajo estandartes de silencio pasan… y el sol crucificado en los ponien…
Nadie a tu lado. Anoche maté a un hombre en la bata… Era animoso y alto, de la clara es… La espada entró en el pecho, un po… Rodó por tierra y fue una cosa,
En un ejemplar del primer volumen de las Mil y una noches (Londres, 1840) de Lane, que me consiguió mi querido amigo Paulino Keins, descubrimos el manuscrito que ahora traduciré al cast...
La frase «un novelista alemán» es casi una contradicción, ya que Alemania, tan rica en organizadores de la metafísica, en poetas líricos, en eruditos, en profetas y en traductores, es n...
En aquel Imperio, el Arte de la Cartografía logró tal Perfección que el mapa de una sola Provincia ocupaba toda una Ciudad, y el mapa del imperio, toda una Provincia. Con el tiempo, eso...
Que la antigua tiniebla se agrande… Que de la porcelana cóncava mane e… Que los bélicos “crackers” retumbe… Que el incendio de un leño haga il… Que el tempestuoso fuego, que agre…
Nadie abriere o cerrare alguna pue… sin honrar la memoria del Bifronte… que las preside. Abarco el horizon… de inciertos mates y de tierra cie… Mis dos caras divisan el pasado
El volumen caído que los otros ocultan en la hondura del estante y que los días y las noches cubren de lento polvo silencioso. El ancl… de Sidón que los mares de Inglate…
El volumen de Locke, los anaquele… la luz del patio ajedrezado y ters… y la mano trazando, lenta, el vers… La pálida azucena a los laureles. Cuando en la tarde evoco la azaros…
Temí que en Israel acecharía con dulzura insidiosa la nostalgia que las diásporas sec… acumularon como un triste tesoro en las ciudades del infiel, en las…
Creo que el ejercicio de las armas es verdaderamente honroso, más allá del hecho de ejercerlo por unas u otras causas. La misión del soldado es algo noble, y sé que al decir esto me ene...