#1960 #ElHacedor #EscritoresArgentinos
Milonga que este porteño dedica a los orientales, agradeciendo memorias de tardes y de ceibales. El sabor de lo oriental
Si me paso la mano por la frente, si acaricio los lomos de los libro… si reconozco el Libro de las Noch… si hago girar la terca cerradura, si me demoro en el umbral incierto…
En la tarde de oro o en una serenidad cuyo símbolo podría ser la tarde de oro, el hombre dispone los libros en los anaqueles que aguardan
He olvidado mi nombre. No soy Bor… (Borges murió en La Verde, ante l… ni Acevedo, soñando una batalla, ni mi padre, inclinado sobre el li… o aceptando la muerte en la mañana…
Un cúmulo de polvo se ha formado en el fondo del anaquel, detrás de la fila de libros. Mis ojos no lo ven. Es una telaraña para mi tacto. Es una parte ínfima de la trama que llamamos la...
El capricho o imaginación o utopía de la Biblioteca Total incluye ciertos rasgos, que no es difícil confundir con virtudes. Maravilla, en primer lugar, el mucho tiempo que tardaron los ...
Imaginemos que en Toledo se descubre un papel con un texto arábigo y que los paleógrafos lo declaran de puño y letra de aquel Cide Hamete Benengeli de quien Cervantes derivó el Don Quij...
Nunca se había demorado en los goces de la memoria. Las impresiones resbalaban por él, momentáneas y vívidas; el bermellón de un alfarero, la bóveda cargada de estrellas que ta...
Habitador de arenas recelosas, mitad dios y mitad bestia marina, ignoró la memoria, que se inclina sobre el ayer y las perdidas cosas… Otro tormento padeció Proteo
Sé que me acusan de soberbia, y tal vez de misantropía, y tal vez de locura. Tales acusaciones (que yo castigaré a su debido tiempo) son irrisorias. Es verdad que no salgo de mi casa, p...
Ese alto caballero americano cierra el volumen de Montaigne y s… en busca de otro goce que no vale menos, la tarde que ya exalta el l… Hacia el hondo poniente y su decli…
El general Quiroga va a su entier… Lo invita el mercenario Santos Pé… Y sobre Santos Pérez está Rosas, la recóndita araña de Palermo. Rosas, a fuer de buen cobarde, sab…
“Nadie sabe muy bien por qué se enemistaron Moritán y el Pardo Rivarola y de un modo tan enconado. Los dos eran del partido conservador y creo que trabaron amistad en el comité. No lo r...
Pienso en las cosas que pudieron s… El tratado de mitología sajona que… La obra inconcebible que a Dante… La historia sin la tarde de la Cr… La historia sin el rostro de Hele…
A nadie puede maravillar que el primero de los elementos, el fuego, no abunde en el libro de un hombre de ochenta y tantos años. Una reina, en la hora de su muerte, dice que es fuego y ...