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Tus colores

Después de colocar tu risa en mi tarde,
de las andadas frías sin razón
y como un terrible suplicio lleno de amor
nacen tus colores en mi pecho.
 
La pesada revuelta emocional
de tus colores
hace que en mi pecho
sienta todo el valor literario
de tus increíbles cuentos,
de lo que te animas a contar
sin pena, a todo color.
 
Las sombras de tus colores
son la oscuridad que necesita mi luz.
 
Pienso en el azul del mar,
y como un mandala creces en mi
más allá de todo,
manifestándote en el cielo interminable,
en el máximo
sentido místico de revelación de la vida
me pintas, de tus colores.

amor.

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