vainilla
a una querida amiga
escucho cantos de olas y de mirlas
cada que tú vainilla en mi costado
al limón de mi cuerpo naufragado
levantas tu candor y sus dulzuras
de tus ojos las azules sirenas
nadando a amargos corales alados
alzan sus espumosos llantos claros
y escucho yo el bostezo de sus penas
aun en los fríos de invierno alma amiga
contigo nievan los cálidos trópicos
y en las floreadas costas de los mares
nos rocían las horas de vainilla
aun contigo en mis desesperos nórdicos
me queda la belleza de los nácares
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