Loading...

Tú, yo y la luna

Un pacto de amor

Y la luna volvía a ser nuestro testigo. Ella era nuestra fiel admiradora, parece que tenía un gusto peculiar por nos, pues era en la noche que se encendía en la penumbra: tu cercanía y tu cariño. Esperaba con ansias la noche, y cada una de nuestras noches, pues bien sabía que las lunas estaban contadas para ambos. Serían pocas y yo estaba dispuesto a vivir todo lo que pasara, y lo que tú quisieras hacer sin importar, cada noche un momento, cada noche una oportunidad, yo no te diría que no.

Benditos son los sueños, y más cuando tú estás en ellos. Pero esa noche tu mente no te favoreció, pues despavorido gritabas entre sueños, como inquietud de muerte. Yo no estaba dormido del todo, sólo pensaba en ti y en mí, como cada noche, así que pude advertir el peligro que en tu mente estabas viviendo, y sin pensarlo me senté a tu lado, intentando despertarte, pero no lo hacías. Mi mano tomó la tuya, como instinto de ayuda, como estrechando el brazo a aquel que cae por un barranco, hasta que despertaste y me miraste. Respirabas agitado, nunca vi en ti esa mirada antes, y yo apretaba más fuerte tu mano, y sólo rezamos. Nuestros labios pronunciaron una oración, mientras nuestros dedos seguían juntos uno al otro, y tus ojos profundos penetraban en los míos.

Tuviste tranquilidad, por un momento. Y nuestros ojos sólo se miraban en la abrumadora oscuridad, sólo el brillo de la poca luz de luna que se filtraba por la ventana iluminaba tus grandes ojos. Pedías cariño, pedías protección, pedías un amigo. Y nosotros no nos soltábamos. En cualquier otra situación te hubiera soltado de inmediato, si tú no lo hubieras hecho antes. Pero no, aquel era nuestro momento. En silencio nos mirábamos. Algunas palabras dije para calmar tu inquietud y pesadilla. Y de tus labios salió.

Pediste dormir conmigo, ¿cómo negarme a vivir la intimidad de la situación?, a velar tus sueños, a estar más cerca de ti, a vivir mis sueños. No lo pensaste dos veces, diste un brinco en mi cama, sólo rebotaste dos veces para quedar a mi lado, uno frente al otro, nuestros ojos viéndose, nuestras narices casi tocándose, nuestras bocas tan cerca. Tu aliento calentando mi cara, tu respirar soplando mi vida. Nuestras manos tan cerca una de otra y nuestras piernas rozando, sintiendo mis vellos con los tuyos. Hablamos sólo un rato, “¿no es muy raro esto? Preguntaste algo turbado, “Somos amigos, ¿no?” Pregunté yo, no pasaba nada. Nadie nos veía, el látigo de la sociedad no estaba frente a nosotros. Estábamos los dos sólos en una recámara, en un oscuro recinto, viviendo una ironía, esa noche me tocaba acompañar al más valiente de los hombres, velar con aquel que no tiene miedo, estando de junto al don juan que conocía, y de quien nadie creería.

Pasaron las horas, casi no pude conciliar el sueño, pensando lo que tenía a mi lado, gozando de tu aliento en mi cara, recibiendo tu calor en mi cuerpo. Cuál sería mi sorpresa, pues pasadas algunas horas estaba tu cabeza recargada en mi pecho, y tu brazo rodeando mi abdomen, me quería mover pero no lo hice. Tenerte así conmigo sólo me confirmó que estabas tan complacido como yo lo estaba. Permanecí inmóvil y gocé el momento, quedaría grabado para la eternidad en mi mente, y en mi corazón.

Qué amargo amanecer, no por la luna que nos dejó, no por el sol que estropeaba nuestro sueño, sino por el momento que terminaba, porque tú en mi cama, porque yo en tu compañía, porque el momento no se repetiría, porque del suceso no se hablaría. Los silencios podrán irse a la tumba, las palabras dichas podrán haberse ido junto al astro nocturnal, pero el momento vivido no se podrá borrar de mi mente o de la tuya, nuestro corazón siempre será cómplice, nuestro palpitar simultáneo, nuestro pecho que vibró junto, uno al otro aquella noche, no podrá esfumarse de nuestra alma. Hacemos un pacto, tú, yo y la luna. El pacto de amarnos, en el secreto sepulcral de la noche.

24 de Junio del 2017. Más que una amistad. Un secreto.

#bromance #g0y #gay #goy #homoerotismo amigos amor bromance g0y gay homo homoerotismo

Liked or faved by...
Other works by Domingo Jiménez...



Top