POESÍA JAPONESA
Soy el vicio en tus manos, la perversión de tus pensamientos, soy tu deseo más profundo. Quítame la ropa y sumérgete en mí carne hasta desgarrarla.
La arena sedosa recoge el tributo de la mar una solitaria concha que esconde todos los océanos toda la música de los marineros
Hay un ser cuyo cuerpo retorcido como ramas nudosas de un árbol viejo, y su cara tan horrible
SENSACIONES. Serena brisa eres como la mar sabor a sal tus besos. Aroma a brea
Mochila de color tierra, llena de pesada carga, ella no se la quita, siempre la lleva. Cada vez que tiene algo
La flor de la Jacaranda es una copa de vino afrutado, algo curvada, como un beso que se vuelve mordida. Pétalos que son abrazos,
Soy y seré en lo que tu me conviertas, leo tus comentarios, aunque no los responda, pero siempre quedan marcados en mi corazón como una firma permanente, eres quién me alimenta, eres qu...
Ella, era perfecta Un poeta la convirtió en su musa, hizo un poema interminable, y lo enredo en su pelo de oro, ella quemaba por su sonrisa
Flor del cerezo los pétalos flotando. Nada el pez rojo. Mujer con flores del valle de las rosas.
Hubo espacio en MI carne para ti, que deseas el querer de mis días mis besos fueron versos, melodías con poemas todo mi amor te di Amor tan nuestro, el alma me bebía…
Me siento extraña en mi propio pueblo la gente me mira mal, solo por entrar al bar de los chic… así les dicen.
Eres el sueño hecho carne, la sinfonía de los sentidos, un bello poema en movimiento, eres puro fuego encendido. Tus curvas son suaves colinas,
Los pies descalzos andando por las nubes las aves vuelan. Van piando tristemente una canción,
Estabas en el pasado estabas que yo lo vi comiendo rabia bebiendo dolor. Las palabras eran puñales
Recuerdos me vienen de cuando fuiste mío ahora muero al pensarte en aquel bosque. Tú me hacías versos
