Dori Gómez
(2015)
El colibrí liba muy dulcemente MI roja boca. Como si fuera fuente de licor dulce.
Mis piernas pisan fuerte en el calor del verano calles solitarias donde los tacones resuenan. Dentro de la falda muslos firmes
Hacedor de amores rotos poemas equivocados murmullos de tristeza entre las aves que vuelan no dejes que me deshaga
Lúgubre domingo, horas de insomnio Mis queridísimas sombras, Vivo con ellas, incontables, Pequeñas flores blancas,
Esa lavanda cubre todo mi patio. Trina aquel pájaro. El arce cubre la escalera de piedra.
LA NOCHE ME SABE AMARGA La vida que se transforma, se deforma entre calles empedradas con el dolor ajeno. Noches que se estrujan
En la Provenza, danza ella entre lavanda y viñas verdes.
Amor, pasión, dame vida échame gasolina que arda esta noche hasta la alborada. Qué las sábanas nunca estén frías
La noche huele a primavera, a piedra fresca, y a humo lejano de hojarasca. Huele a gato, a farola, a silencio y a montaña.
La aurora austral ballet de mil colores. Noche invernal. Duerme la luna en iglú de cristal.
Las verdades a veces son rojas como la sangre de venas desordenad… pero ya he dejado de bailarte el a… que puede que te duela pero es que si te digo la verdad;
Eres la aguja en la que ensarto el hilo, haciendo pespuntes en tu espalda. Bordo con color rojo tus muslos calientes por el sol
Hay pecados que son una delicia tan exquisita que no hay confesiones ni sacerdotes que puedan perdonar. Una vela roja recorre mi pecho
Charla en la barra hombre medita, en mesacenter reloj atrasa
No, no te dejaré aunque tiemble de miedo. Sé que siempre te querré, aunque la agonía me