VIOLACIÓN
Pediste mi bendición
ahora, después de enviarme
a las profundidades del infierno,
quizás no lo sepas,
pero ya no soy la misma,
lágrimas de sangre llorarás
por lo que me hiciste.
Arderá tu alma y yo reiré
y reiré.
Me quitaste mi espíritu
lo rompiste en mil pedazos,
ahora quieres mi bendición.
Deberías saber que la vida es así
a veces dura como un diamante,
oscura como noche sin luna,
ahora ya sé que no te mereces
nada, solo la soledad.
Tiraste mi alma, no esperes
perdón, no lo esperes...
Acaricié tu cara
mientras lloras esa noche
sin estrellas, en la que
el infierno te esperaba,
arderás y no habrá compasión,
no llores, quién sabe
si al partir tú encuentras
un consuelo a lo que aquella
noche le hiciste a una niña
que convertiste en mujer
sin ella querer, donde la sangre
en la tierra quedó.
¡Ah! Padre, jamás tendrás
mi bendición, maldito seas
por mil años, vete,
que jamás te vea,
en esta tierra que a tu paso ennegrece.
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