Yo no te nombro...
pero sigues agazapado en mis pensamientos
vigilante, al roce de mis alas
las que brotaron una tarde de mi espalda...
como las palomas del parque
o el ángel aquel de tu poesía,
Aquel, que dejaste escapar una vez más
para seguir viviendo en tu futuro incierto.
Ya no podrás estar
sobre mi boca salada de playa
y esta sed, sigue tosiendo en mi garganta...
Siento el caliente corriendo por mis venas.
y te percibo
en cada latir dentro de mí
de mi yo profundo.
Mordiéndome con los labios el cuello.
dejando en mi ventana
tu perfume de varón en contra canto
Sé que sigues ajeno a mi dolor...
más sin embargo tú...
no sabes cuanto lo siento
que eres para mí en este instante
Tumba, luto y duelo.