Otra noche descalza,
desnuda en un lecho de rosas que se sonrojan
aunque tan cansada te espero.
No tardes te digo quedo...
quiero marcharme contigo en otro ensueño
y este amor a deshoras que estoy sintiendo
Llevame contigo,
hacia el origen de lo primigenio.
Sin castración de alfileres
meciéndonos a la luz de un candil
como si fuese algo así
el ajedrez de una seducida crónica
con un vestido negro y una copa de Marbec.
Doris Melo.