Sueño con poseerte, aunque tu esposo,
engañado y furioso, diera muerte
a mi audaz e impetuoso afán de verte
sin defensas e inerte ante mi acoso.
Qué sueño de quererte tan riesgoso.
Qué impulso ignominioso de tenerte.
Qué escozor deleitoso, tibio y fuerte,
ver mi tacto con suerte, victorioso.
Soy tan contradictorio en la locura
que siento que me cura un reclusorio
y que el acto amatorio me fractura.
Y sé que no concuerda en ningún trecho
el amor que, maltrecho, me da cuerda
y este cero a la izquierda de mi pecho