Caricamento in corso...

Círculo del infierno

Todo lo introducía bajo la almohada.
Su temor.
Las miradas ambiguas de Doña Margarita.
El juego de palabras
con el que se regodeaban
sus órganos internos.
Sus brazos convertidos en muñones.
Su coraje.
Su necesidad de.
Y se sumergía en el mullido pozo
con los ojos cerrados de tal manera
que al despertar había
errumbre en todas partes,
como si hubiera estallado de felicidad
la chimenea.
Al día siguiente
despreocupado
con la luz incrustada hasta sus huesos
erguía la cabeza,
sentía despeinadas las neuronas,
sacudía las sábanas
y todo el contenido de su sueño
se caía de la cama 62
con el mismo gesto
con que las cáscaras
se retiran, silenciosas,
para que las flores y los frutos
digan su parlamento.
Sus pies entonces
pisaban rechinidos,
canciones decimonónicas
y encontraban la esencia de la tarde
en un tema de hojas secas
con variaciones
de pájaros transidos de nostalgia,
gemidos de una herida callejera
y grillos que puntea el stacatto.
Pero otra vez venía la noche
y él tenía que dedicar se a colocar pacientemente
sus entrañas de nuevo
debajo de la almohada.
Y así, sin la misericordia del amén,
sin las caricias del sepulcro,
sin la mano de la muerte en los cabellos,
por los libros de los libros.

(2012)

#EscritoresMexicanos En Folleto de descuido imposible lo un

Piaciuto o affrontato da...
Altre opere di Enrique González Rojo...



Top