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Cuentos cortos

solo

Te recogí de la pradera un mechón
y le brotó un pincel que retrató tu mundo,
la facilidad, que en ti no es experiencia,
es pura felicidad,
es como un lago profundo hecho en la cima del viento.
 
Verte de espaldas y respirar amanecer,
¡ya no me mires, que me comienzo a derretir!
soy el naufragio que se derrapa entre tus dedos,
tarde o temprano tus ojos me fascinarán,
te lo diré,
me escucharás,
y cerrando el telón de tus párpados dorados
el cuento se terminará.
 
Fran BCN DRA

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